Starship Repo

Starship Repo es una space opera old-school con todo lo bueno y todo lo malo que un libro de esas características pueda ofrecernos. Palomitero como pocos y sin mucha sustancia, nos dará un rato de diversión que olvidaremos conforme cerremos el volumen. Si esto es bueno o malo depende de lo que vayas buscando cuando decidas leerla. Un buen resumen sería anunciarlo como Embargos a lo bestia en el espacio.

La protagonista del libro es Firstname Lastname (se ve que en el futuro no se libran de los errores administrativos), la primera humana en llegar Junktion, un puerto galáctico donde conviven todo tipo de alienígenas. El libro se desarrolla como una serie de capítulo tenuemente conectados en los que First va depurando sus planes para timar a alienígenas despistados.

El humor es una de las principales características del libro, es un humor bastante blando y poco ofensivo, utilizando sobre todo juegos de palabras que hace hincapié en las distintas características y el distinto bagaje de cada especie alienígena. En ocasiones te hace sonreír pero tampoco te hará soltar carcajadas. Resulta un poco llamativo que un libro situado 400 años en el futuro tenga casi más referencias ochenteras que Ready Player One, pero el autor sabe a quién está dirigiendo sus esfuerzos y justifica esta estrechez de referencias con la conveniente llegada a Junktion de las ondeas televisivas emitidas por la Tierra hace cuatro siglos, convirtiéndose en la última moda en el puerto espacial.

Que todos sean capaces de comunicarse con todos a pesar de los orígenes muy distintos de cada raza espacial es otro de esos pequeños milagros a los Star Trek que facilitan la interacción con otros personajes sin necesidad de calentarse la cabeza con un traductor universal ni preocuparse por la incapacidad física para emitir ciertos sonidos dependiendo de cada aparato fonador de cada alien, en el caso de que exista ese aparato. Desde el principio es necesaria nuestra colaboración con nuestras suspensión de la incredulidad para poder leer el libro.

Es curioso la sensación de camaradería que llega a emerger de una tripulación muy variopinta que consigue funcionar a pesar de las diferencias, reconforta un poco pensar que el ser humano pudiera llegar a formar parte de una alianza así.

Tomlinson despacha con oficio una novela bastante insustancial pero que cumple perfectamente su cometido de entretener sin exigir mucho al cerebro. ¿Se puede leer con el piloto automático puesto? Perfectamente. ¿Necesitas diversión sin complicaciones? Starship Repo es tu libro.

Upright Women Wanted

Aunque el western no sea mi género favorito, la última novela que leí de Sarah Gailey me convenció lo suficiente como para darle una oportunidad a su nuevo lanzamiento, Upright Women Wanted.

Lo cierto es que me he encontrado con un relato que hace aguas por todas partes. Ni los personajes son los suficientemente atractivos ni el marco histórico está lo suficientemente bien definido como para captar mi atención. Parece que nos encontramos ante una historia alternativa con unos Estados Unidos fascistas que controlan todo el material apropiado para la lectura o el visionado, donde un grupo específico llamado las Libreras se encargan de hacer llegar el nuevo material autorizado a los asentamientos más remotos. Pero ni sabemos cómo se ha llegado a ese estado ni parece que esto influya mucho en la vida de los lugaremos, salvo en la de la protagonista, una lesbiana que ha visto cómo moría su amante por poseer material ilegal.

Al huir de su casa se pega como una lapa a un grupo de estas libreras, que resultan también ser queer. Y parece que esa es toda la justificación para la existencia del libro, algo muy pobre. Parece claro que hay un movimiento disidente pero tampoco llegamos a conocer sus planes. La impresión general que me ha dado es que le faltaba vida a la novela, que ha sido incapaz de interesarme en ningún momento. No me importa que haya habido duelos al sol o que tengan que huir de algunas ciudades a toda prisa por su condición, es que me da absolutamente igual.

Es cierto que la lectura es muy breve, pero ni siquiera este hecho justifica su adquisición. Me he llevado una gran decepción.

The Binding

Supe de la existencia de The Binding de Bridget Collins cuando se anunció su publicación por parte de Minotauro como El encuadernador con traducción de Nieves Calvino Gutiérrez.

Se trata de un best-seller en otros países y la premisa parecía de partida interesante. La existencia de personas que son capaces de tomar los recuerdos de otras para borrarlos de sus mentes y transportarlos a libros de apabullante belleza podría haber sido el origen de una bella historia. Por desgracia, tanto el tono como la historia en sí no acaban de arrancar en ningún momento.

Collins juega con la falta de información que en cada momento del libro sufre uno u otro de los personajes principales y ese aspecto lo trata bastante bien. Pero la estructura del libro, dividido en tres partes bastante diferenciadas, no favorece para nada el flujo de la narración. Los comienzos son extremadamente lentos y en ningún momento llega a remontar. También resulta exasperante el maniqueísmo de los personajes, con unos malos malísimos que utilizan su poder para saciar sus más bajos instintos sin dejar huella ni testigos utilizando a estos encuadernadores para eliminar cualquier memoria en sus víctimas y por tanto condenándolas a una vida vacía.

Es bastante obvio desde un principio cuál es la causa de las desventuras del protagonista, algo que hay que reconocer que se trata con bastante delicadeza, pero que no compensa el aluvión de páginas con dudas y reflexiones con que nos ahoga la autora.

En este caso, he oído la versión audiolibro de The Binding y es posible que esto también haya influido negativamente en mi valoración, ya que Carl Prekopp se empapa de este tono candencioso de la narración y hace que sea incluso más lento de lo que me pareció la propia prosa.

No puedo recomendar para nada este libro.

The Doors of Eden

Aunque hace algún tiempo que un libro nuevo de Adrian Tchaikovsky ha dejado de ser noticia por lo habitual de sus publicaciones, poder leer un libro del prolífico autor siempre es bienvenido. Además, si es una novela de ciencia ficción sobre mundos paralelos qué queréis que os diga, la emoción va subiendo.

Tchaikovsky vuelve a hacer gala de su deslumbrante imaginación y de sus conocimientos de biología en una novela estructurada en dos partes que parecen estar diferenciadas, pero que acabarán uniéndose. Por un lado, tendremos acceso a los extractos de una obra denominada Other Edens: Speculative Evolution and Intelligence de la profesora Ruth Emerson de la Universidad de California. Y por otro lado tenemos el centro de la novela, también con hilos independientes en un principio que poco a poco se van uniendo conforme los protagonistas se van conociendo y estableciendo relaciones entre ellos.

Personalmente, me he sentido fascinada por los extractos de la supuesta obra de divulgación, por las muchísimas posibilidades que el autor nos expone cambiando tan solo un poco las condiciones de la Tierra hace millones de años y viendo cómo la ciega evolución crea y destruye vida al azar. Esta parte del libro me parece sencillamente espectacular, un ensayo sobre posibles caminos que hubiera podido tomar la vida en nuestro planeta.

La otra parte es más convencional y aunque me haya resultado menos atractiva no por ello deja de ser interesante. Tchaikovsky nos narra una trama de espionaje y conspiraciones de consecuencias inesperadas. Aunque he de reconocer que algunas de las “sorpresas” que nos aguardan a lo largo de las páginas son algo previsibles según qué bagaje lector tengamos, los capítulos están escritos con buen ritmo y apenas hay momentos de descanso. Merece la pena resaltar el tratamiento de la orientación sexual de algunos de los personajes y cómo se hace uso de ella para subyugarles y obligarles a realizar acciones contra su voluntad. El hecho de que con la increíble variedad de posibles protagonistas que tenía a su disposición el escritor haya decidido tomar un camino eminentemente antropocentrista resulta algo decepcionante.

El autor experimenta hacia el final del libro con el lector ofreciéndole información que puede parecer contradictoria, aunque luego todo quede explicado. Esta parte final quizá pueda resultar algo tramposa y es otro de los pocos defectos que le veo al libro.

Con The Doors of Eden Adrian Tchaikovsky se postula como un claro contendiente para las nominaciones de premios del año que viene. Espero no equivocarme en mi vaticinio.

Lágrimas en la lluvia

Sé que hay gente muy ordenada en sus lecturas, que ya saben cuál va a ser su lista de libros de aquí a Navidad, pero yo soy mucho más ecléctica y a veces me influyen las causas más rocambolescas, como la que me llevó a leer Lágrimas en la lluvia. Y es que en un viaje de tren dio la casualidad de que me tocó en el asiento de atrás de la autora, la reconocí y me trató con tanta amabilidad que decidí “devolverle el favor” leyendo su obra, aunque lógicamente ella no vaya a enterarse nunca.

Es una lástima que no me hubiera puesto antes con este libro, porque me ha gustado mucho. La labor de construcción de mundo y el escenario donde representa la obra es magnífica, con una profundidad que hace que realmente sea creíble ese escenario madrileño perteneciente a los Estados Unidos de la Tierra. Vale que parte del trabajo ya se lo había hecho Philip K Dick con la creación de los replicantes, pero es innegable que Rosa Montero toma una idea muy buena y la adorna con una prosa estupenda y un trabajo de documentación innegable.

Aunque la trama policial no esté a la altura del resto de la novela, algo que era muy complicado, es cierto que la protagonista se lleva el foco en cada momento y es un personaje muy atractivo. Con la cantinela que repite sobre el tiempo que le queda de vida consigue mucha cercanía con el lector, pero la autora también se encarga de poner distancia con su excéntrico tatuaje o sus ojos de pupilas gatunas. Juega con estos detalles de una manera muy sutil, pero muy efectiva.

Es cierto que utiliza algunos pasajes que son infodumps de libro, pero no me parece que estén especialmente mal engarzados con la narración, ya que va dando pistas sobre el calado de la conspiración que se cierne sobre los EUT. Este recurso lo utiliza principalmente para el trasfondo histórico de la novela, mientras que los temas más actuales o más específicos en los que nos tiene que transmitir información sí que los intercala dentro del flujo de la obra.

Me parece una novela que hace la ciencia ficción muy accesible a un público no acostumbrado al género. Puede que a un lector más bregado le sepa a poco, aunque ya digo que a mí sí me ha gustado, pero creo que merece la pena acercarse al mundo de Bruna Husky.

Mención especial para la labor de los dos lectores del libro, Neus Sendra y Jordi Boixaderas, que tienen una preciosa voz que hace de la lectura del libro un placer aunque solo sea por escucharles. En esta ocasión, al tratarse de una narración en español, no he necesitado centrarme tanto en mi traducción interior del texto (la falta de bilingüismo es lo que tiene) y he podido disfrutar de la experiencia estética de oir unas voces tan hermosas.

By Force Alone

Hoy tenemos mucha suerte, tenemos como reseñadora invitada a una persona muy importante en la escena de género nacional, alguien tan polifacético como Cristina Jurado. Nos trae una reseña de la nueva obra de Lavie Tidhar, que estoy segura de que os gustará. Muchas gracias, Cristina.

By Force Alone:

Lavie Tidhar reinventa el mito del rey Arturo

Cristina Jurado

La leyenda que rodea al rey Arturo es una de esas historias que trasciende lugares y épocas, que se revisita cada cierto tiempo con nuevas versiones y que no cesa de estimular la imaginación de autores y lectores. No es para menos, porque se trata de una narración que representa a la perfección el monomito de Campbell, la idea del héroe que se hace a sí mismo a través de un camino tortuoso en el que prueba su valía hasta que cumple su destino glorioso. 

Ya sabéis: el hombre (suspiro) de origen humilde (suspiro) destinado a convertirse en líder, referente o gobernante (suspiro, suspiro, suspiro), que pasa por una serie de adversidades (más suspiros), generalmente acompañado por alguien -otro señor normalmente de mayor edad (con más experiencia)- que lo guía por sus múltiples tribulaciones (coged aire), hasta que demuestra sus méritos y logra alcanzar la función para la que se suponía que había estado destinado desde su nacimiento (soltad todo el aire). Como ejemplos de este famoso «camino del héroe», aparte del rey Arturo, estarían Alejandro Magno, Carlomagno, el sultán Mehmed II, Frodo, Luke Skywalker, Neo o Harry Potter. Se trata de jóvenes que sienten una llamada inexplicable a un destino más grande que lo que la vida les tenía aparentemente preparado, y con poderes, capacidades o una combinación de ambos, extraordinarios. Os hacéis una idea ¿no?

El mito artúrico debe ser uno de los más adaptados y revisitados donde los haya. Solo en películas y series anglosajonas se pueden enumerar más de una docena, sin contar los proyectos de dibujos animados y largometrajes infantiles: Knights of the Round Table en 1953, Prince Valiant en 1954,  Camelot en 1967, Arthur of the Britons de 1972 a 1973, Perceval en 1978, Gawain and the Green Knight  en 1973, Excalibur en 1981, Arthur the King en 1985, A Connecticut Yankee in King Arthur’s Court en 1989, Guinevere  en 1994, First Knight y A Kid in King Arthur’s Court en 1995, Prince Valiant en 1997, The Mists of Avalon en 2001, King Arthur en 2004, Camelot en 2011, la serie Merlin de 2008 a 2012, o King Arthur: Excalibur Rising y King Arthur: Legend of the Sword en 2017. 

¿Es posible ofrecer una versión novedosa de la leyenda artúrica? Por difícil que parezca, lo es. Tidhar lo ha conseguido en su más reciente novela By Force Alone, que la editorial Head of Zeus va a publicar el próximo mes de junio. Lo primero que se puede decir sobre el libro, sin caer en los «spoilers», es que es difícil discernir al protagonista: ¿es Arthur? ¿es Merlín? Lo cierto es que buena parte de la narración gravita alrededor de la relación entre estos dos personajes, ahondando en el origen del interés del mago por el que se convertiría en rey de Britannia, empezando por las vicisitudes de su padre, Uther Pendragon para llegar al poder y tener descendencia. 

Con la gran cantidad de personajes que atraviesan sus páginas -Kay, Lancelot, Morgan, Gawain, el Green Knight, Agravain, Mordred, Uther…- una termina dándose cuenta de que By Force Alone es, antes que nada, una historia sobre relaciones estratégicas, alianzas, intereses creados y compromisos adquiridos. La ambición se presenta como el combustible que alimenta las decisiones, el motor de los conflictos. Y el mundo mágico que Tidhar pinta como una realidad paralela a la real, donde las leyes de la naturaleza y de las criaturas funcionan siguiendo una física exótica y en el que Merlin y Morgan actúan de puentes, seres del aquí y del más allá, entidades que desafían ambas dimensiones pero que no están totalmente cómodos en ninguna de las dos. Las ambiciones de ambos juegan al gato y al ratón (nunca mejor dicho) a lo largo de toda la historia, utilizando a unos y a otros como peones en un tablero de juego que es, al final, una isla entera, una nación: la propia Britannia. Creo que es un gran acierto que Tidhar  profundice en el origen de Arthur pero, una vez establecida la corte de Camelot en la segunda parte de la novela, la narración parece coger carrerilla y desarrollarse con cierta prisa. Pero, como señala el propio autor, en los textos artúricos lo más interesante sucede al principio y al final de su reinado. 

Mientras leía la novela de Tidhar, y reflexionando sobre el título, me vino a la mente El Evangelio según Jesucristo de José Saramago, otra estupenda ficción sobre el epítome del héroe de Campbell que trata la ambición, en este caso, de Dios. El portugués realiza un «retelling» del Nuevo Testamento a partir de las aspiraciones egoístas de la divinidad y no pude por menos que encontrar numerosas similitudes con la obra de Tidhar. En ambos casos, los autores recurren a diálogos, algunas veces interiores, bien construidos, con personajes que tienen reacciones verosímiles, ingeniosas y chispeantes. Gracias a ellos es posible reflexionar sobre las consecuencias de la ambición, sobre la existencia del libre albedrío cuando fuerzas incontrolables entran en juego, y sobre la creación de leyendas a partir de ficciones inventadas.

En resumen, By Force Alone es un «retelling» de la tradición artúrica en la que Tidhar consigue arrancar sonrisas al lector a lo largo de toda la narración, no solo por las frases llenas de humor, sino por su capacidad para hacernos reflexionar sobre el cinismo con solo unas cuantas pinceladas de su pluma. ¡Recomendadísimo!

Fate of the Fallen

Hoy tengo la suerte de traeros otra reseña conjunta con @mertonio, que ha sido tan amable de leer el libro conmigo y compartir sus pensamientos respecto a la obra.

El comienzo de Fate of the Fallen no puede ser más convencional. La localización es el clásico pueblo apartado de la civilización, del que prácticamente nadie ha salido a viajar y que vive una existencia idílica. La principal tarea de Mathias es estudiar y decidir a cuál de las chicas del pueblo va a llevar al baile.

Creemos que la novela toma un camino trillado cuando se revela la condición de Elegido (música de fanfarrias) de Mathias, destinado a salvar el mundo como tantos y tantos otros protagonistas de novelas de fantasía. Pero, en un brusco giro de los acontecimientos, Mathias perece nada más salir del pueblo.

En este sentido recuerda un poco al cambio de enfoque de los típicos tropos fantásticos con los que tanto nos agradó Adrian Tchaikovsky con su Redemption’s Blade.

En ese libro se presenta un mundo que ya ha vencido al Lord Oscuro y en el que los héroes se tienen que replantear su condición (¿cómo puedes ser un héroe si ya no hay un villano?). En Fate of the Fallen los personajes se enfrentan a una profecía que ya no puede cumplirse y a un final en el que inevitablemente la luz acabará pereciendo. ¿Cómo puedes seguir luchando con esperanza de victoria cuando el único con posibilidades de vencer al mal ya no está entre nosotros?

Y sin embargo, la tenacidad de Aaslo, el mejor amigo del Elegido (música de fanfarrias) y verdadero protagonista del libro, sirve como guía e inspiración al resto de personajes secundarios que aparecen a lo largo de los capítulos.

Kade combina la narración habitual de fantasía con una segunda trama, complementaria, que utiliza para revelar el funcionamiento del mundo donde se desarrolla la acción, desde el punto de vista de un reaper, una especie de valquiria encargada de recoger las almas de los muertos. Es la parte narrada por este personaje la más sorprendente, llena de buenas ideas y frescura. También aprovecha para presentarnos un panteón poco original pero que tendrá un papel destacado en el desarrollo de la novela.

Fate of the Fallen es un clara primera entrega de una saga más larga: presenta muchos elementos, resuelve algunas cuestiones (aunque deja muchas más sin contestar) pero no acaba para nada en este primer volumen.

Es importante destacar el humor del que hace gala la autora. A pesar de la inevitabilidad de los hechos que presenciamos, seremos testigos de algunos diálogos (o soliloquios) que nos harán sonreír más de una vez. Los malentendidos y quizá el descenso a la locura de Aaslo estará endulzado por estos momentos.

La mezcla de humor y fatalidad está bien combinada y ayuda a evitar que el libro deprima al lector.

Es de alabar también que el ocasional deus ex machina tenga una explicación coherente, dando a la novela una sensación más redonda y justificando el interés de ciertas deidades en el desarrollo de los acontecimientos.

El desarrollo de la narración va tomando un cariz más oscuro conforme vamos conociendo más el trasfondo de la historia. Y el final es un cliffhanger de manual, de esos que hacen que tengas que esperar con ansia la siguiente entrega, que según Kel Kade saldrá este mismo 2020. Sin embargo Shroud of Prophecy tendrá varias entregas y no se sabe si será trilogía o una serie más larga.

Creo importante resaltar que hemos leído el libro en distintos formatos, así que como apostilla final me gustaría decir que el narrador del audiolibro, Nick Podehl, rezuma optimismo y diversión, parece que ha disfrutado mucho con su trabajo y cambia la percepción del oyente del tono del libro.

The Heart of the Circle

Llegué a leer The Heart of the Circle por recomendación en Twitter de Seanan McGuire, para que luego digan que el boca oído no funciona como estrategia de marketing para vender libros. Tenía bastantes puntos interesantes, como la localización en Tel Aviv, una ciudad que no suele ser el foco de libros fantásticos y unos personajes con poderes “mágicos” capaces de escoger entre líneas temporales futuras para su mayor interés o modificar sensaciones, entre otras capacidades. Suena un poco a entorno superheroico pero no lo es, porque estos personajes están oprimidos. Hay vagas referencias al estado de los hechiceros en otros países y la cosa es bastante peor que en Israel. En Estados Unidos viven en reservas apartados de los “normales” y en Rusia son drogados desde jóvenes para volverlos adictos y que el estado los pueda controlar.

Keren Landsman pretende hacer una alegoría de la opresión en el mundo actual con un paralelismo bastante utilizado en la novela juvenil. Hay reuniones mensuales de los hechiceros para reclamar sus derechos, pero siempre acaban con violencia y muerte principalmente provocada por grupos radicales antimagos mientras la policía hace la vista gorda.

El libro requiere del lector demasiada suspensión de la incredulidad, porque el mundo inventado por la autora no se sostiene mucho. El hecho de que haya una cantidad bastante considerable de la población que tiene casi superpoderes y que aún así sean los oprimidos es difícil de digerir. Que la policía no haga caso a los actos de violencia repetitivos en las manifestaciones puede llegar a entenderse, pero que ignoren los asesinatos parece excesivo. En ningún momento se explican los límites de la magia, salvo algunas nociones vagas sobre el desgaste de los poderes y cómo hace falta recargarlos con la energía proporcionada por los “normales”. Y resulta cansino la cantidad de tiempo que se pasan sin hacer nada esperando a ver qué pasa. Un poco de vida, por favor.

En general, se trata de un libro que pretende jugar en varios niveles (romance, literatura fantástica, reivindicativa) y no alcanza su objetivo en ninguno de ellos, así que no lo puedo recomendar.

The Golden Key

Había muchas expectativas creadas alrededor de la primera novela de Marian Womack, The Golden Key. De la autora ya me esperaba una prosa muy cuidada y bella, pero no sabía cuál de sus facetas predominaría más en una historia más larga, escrita directamente en inglés. ¿Tal vez su lado más weird o algo de su ficción climática?

The Golden Key sin embargo, nos muestra su lado más gótico, acompañado de un marcado tono feminista que le sienta muy bien al libro. Sin ser excesivamente reivindicativo, sí que hace referencias a la injusticia y falta de igualdad en la época postvictoriana. En la novela, veremos el enfrentamiento entre el pensamiento racional que descarta cualquier resultado fantástico y algunos hechos aparentemente inexplicables. La ambientación, en un Reino Unido donde el espiritismo y las médiums estaban a la orden del día, sirve como marco perfecto para la investigación de unas desapariciones acaecidas años atrás.

Womack deja muchas de las explicaciones en manos del lector, que ha de interpretar lo que le expone. La protagonista, con orígenes andaluces, se hace pasar por médium para llevar a cabo sus investigaciones basadas en el método científico. A pesar de haber sido contratada para esta labor, lo cierto es que no lo tendrá fácil para obtener información sobre el terreno. Las tramas secundarias también son bastante interesantes y complementan detalles a los que no hubiéramos podido tener acceso de no ser por su presencia, haciendo de la novela una obra más completa.

El final me parece un poco precipitado, con párrafos bastante acelerados explicando las consecuencias para casi todos los personajes involucrados en la trama. Me gusta especialmente el homenaje a George MacDonald, un autor que se ve ha influido mucho en la obra de Marian. La atmósfera general del libro está bastante conseguida, pero es cierto que en algunos momentos mi impresión es que la trama se complica innecesariamente, y no queda claro qué es lo que nos quiere contar la autora. Seguiré con gran interés el resto de sus publicaciones.

Empress of Forever

Si había un libro que esperaba con mucho interés el año pasado era Empress of Forever, de Max Gladstone. No es ningún secreto que Max es un autor que me encanta y el hecho de que decidiera probar fortuna con una space opera alejándose un poco de su fantasía habitual todavía me llamaba más la atención.

Tenía muchas ganas de que me gustara y creo que eso ha sido un elemento que ha jugado en contra del propio libro. La protagonista es una rica hecha a sí misma en el mundo actual, que debe escapar de su vida de lujos por la presión del Gobierno, pero tiene preparado un plan alternativo… ya sé que esto no suena mucho a space opera, pero es que el comienzo es así, hasta que cuando se infiltra en un CPD superprotegido para instalar un software que le permitirá librarse de sus perseguidores sucede algo y se encuentra de pronto en una nave espacial en el futuro (o eso cree ella).

El inicio de la novela me parece tramposo ya de por sí, pero es que el desarrollo tampoco juega limpio con el lector, ya que Vivian tiene siempre guardado un as en la manga, un deus ex machina que le permite escabullirse de las situaciones más complicadas y eso tampoco es justo.

Los personajes, aunque en principio son bastante variopintos y podrían haber dado más de sí, no dejan de ser bastante típicos para una obra de este subgénero, o al menos así me parece. El monje-guerrero, la enemiga no-tan-malvada que se alía con la protagonista, una pizca de máquina de Von Neuman… Todo bastante previsible.

Además, la longitud del libro tampoco juega a su favor, porque el viaje y sus peripecias se acaban haciendo repetitivas y cansinas. Me temo que si esta obra no hubiera sido de Max Gladstone la hubiera podido disfrutar más, pero es que sabiendo de lo que es capaz el autor, me he llevado una desilusión.