Deja que el viento se lleve mis cenizas

Estoy descubriendo pequeñas joyas del fantástico español gracias a las recomendaciones de lectores más avezados que yo en esto. Si hace poco leí Lo que ruge, hoy os traigo otra colección de relatos de una autora española que merece mucho la pena, Inés Arias de Reyna.

“Galletas de chocolate”

La recopilación de relatos comienza con uno dulcísimo sobre cómo afrontar el duelo, sobre la necesidad de cuidados que también a veces requieren los cuidadores principales, el amor de un padre que es capaz de volver de la escena de su naufragio para orientar a su hija, con un toque fantástico leve pero imprescindible.

“Arrorró”

Este cuento sobre el amor de una abuela capaz de superar todas las distancias me ha llegado al corazón, como sin duda llegará a todos aquellos que por las cuestiones que sea están criando a sus hijos sin la presencia constante de sus abuelos, una influencia tan benefactora que resulta imposible suplirla de otra manera.

“Me llamo Tormes”

Un relato narrado a dos voces sobre un encuentro imposible que deja con ganas de más, de conocer la historia de la ninfa del río que se presenta ante un humano por curiosidad y quién sabe si por otras razones ocultas.

“Escarcha”

El recuerdo de un amor prohibido en un cuento que juega con las atmósferas y con los sentimientos enterrados unidos a la danza.

“Trenzas en la niebla”

Mezclando el horror sobrenatural de la Santa Compaña y el horror cotidiano del maltrato, Inés nos hace una reflexión sobre esa violencia íntima a la que tanta gente hace caso omiso hasta que es demasiado tarde.

“Arderás conmigo, canalla”

Una mujer condenada a arder por los actos perversos de su marido. De nuevo la autora escribe sobre una de sus obsesiones, esta vez utilizando como recurso contar la historia de atrás hacia delante.

“El silencio de las hayas”

Los últimos relatos de esta recopilación están fuertemente cargados de mensaje contra la violencia doméstica, aunque no hace falta que sea física, ya que la violencia psicológica es también muy cruel. En este caso, la única salida que encuentra la protagonista es el cambio total de su naturaleza.

“El bosque más antiguo del mundo”

La autora nos envuelve en una ambientación feérica amenazada por su mayor enemigo, el fuego. Me gusta mucho la sensación de urgencia que la autora logra imponer en la historia y la esperanza que también nos llena en su conclusión.

“Querido verde irisado”

Quizá el relato más largo de la colección y uno de los más duros, una metáfora sobre el maltrato infantil con seres que no se describen como humanos pero que se podrían aceptar perfectamente como tales por sus acciones.

No tengo duda de que la próxima vez que Inés publique algo, ahí estaré yo esperando para disfrutarlo.