Wild Massive

Aunque mi primera experiencia con Scotto Moore fue decepcionante, le reconozco la extraordinaria capacidad imaginativa que puebla sus páginas, ya que es capaz de lanzar ideas aparentemente inconexas y conseguir un discurso más o menos coherente. Me lo imagino cogiendo esos dados para crear historias y lanzando toda su colección a la vez para luego meterlo todo en la batidora, a ver qué sale.

En el caso de Wild Massive, el experimento sale bien. Toda la novela se emplaza en un edificio de dimensiones desconocidas, en el que cada piso es un reino distinto, a los que se va accediendo por los ascensores. Es un multiverso ad hoc, para uso y disfrute del autor. Moore utiliza mucha tecnojerga para darle una pátina de ciencia ficción pero estamos ante una novela claramente fantástica, donde la magia tiene un importante papel en el desarrollo de la trama. También lleva a cabo un juego metaficcional interno, ya que en los parques de atracciones en los que se desarrolla gran parte de la novela también se está ficcionando eventos que ocurrieron realmente en el pasado, dando lugar a una reconstrucción de la realidad de la mano de la ficción. Es un “la historia la escriben los vencedores” supervitaminado.

Desde luego, hay que entrar en el juego del autor desde el principio y encender la suspensión de la incredulidad para poder disfrutar de una novela tan alocada como esta. Y eso que, a pesar de todo, también tiene sus mensajes contra el totalitarismo y en general contra las intervenciones armadas, pero todo se diluye un poco ante el aluvión de cosas sorprendentes que nos bombardean desde cada página (máquinas del tiempo portátiles, poderes psíquicos, adivinación del futuro al escribir un diario, cambiaformas… por poner unos ejemplos).

La labor de la lectora del audiolibro, Suzy Jackson, es encomiable, dando voz propia a la panoplia de personajes que desfilan por sus páginas y sin dejarse llevar por la vorágine en la que se convierte en ocasiones el libro.

Es difícil condensar una novela tan repleta de contenido como es Wild Massive y no engañaré a nadie si indico que hay que entrar en su juego para poder disfrutarla. Así que, si te apetece leer algo bastante alocado, que en ocasiones recuerda a Jasper Fforde desatado, este es tu libro.

Frontier

A veces los esfuerzos publicitarios que se hacen en el mundo editorial confunden más que ayudan en la promoción de los libros. Frontier, para mí, es claramente un western crepuscular situado en el futuro, en una Tierra abandonada a su suerte por el imperio galáctico y manejada a su antojo por una religión obcecada en la antigua grandeza del planeta. Pues nada de esto aparece como tal en la publicidad, haciendo referencias a Becky Chambers o Sam J. Miller, grandes escritores sin duda pero que no parecen un referente especialmente acertado.

Las elecciones que hace para llevar a cabo la narración de su historia Grace Curtis pueden ser bastante controvertidas. El hilo conductor de la historia, es la búsqueda de una persona. Pero la autora decide no identificar a la buscadora y contar el viaje a base de retazos de historias donde este personaje no es la protagonista. Así consigue una sensación de extrañeza y un alejamiento que no sé si es lo que más le conviene a la historia, pero que es muy llamativo. Muy del estilo del tropo del forastero que llega a la ciudad y no deja de encontrarse problemas.

Las distintas situaciones en las que se va encontrando la extraña son descorazonadoras y bastante representativas del escenario planteado. Una Tierra abandonada, con las consecuencias del cambio climático, con una religión sectaria y unos representantes de la ley abusivos. En general el tono de la novela es bastante triste.

La labor de la narradora del audiolibro es encomiable. Lauryn Allman consigue impregnar toda su locución de ese tono nostálgico y desesperanzado que es la base de la novela.

El último tercio de la novela cambia los recursos que se estaban utilizando, algo que puede ser demasiado tardío para quien no haya conectado con la novela desde el principio y descolocar a quien si haya entrado en el juego. De nuevo, una decisión arriesgada por parte de la autora. A mí personalmente esta parte final es la que más me ha convencido, pero puedo entender perfectamente que algún lector no haya llegado al final del libro por las sensaciones de lejanía que se provocan en los dos primeros tercios.

Frontier es una novela melancólica en la que resulta difícil entrar. Atrevida en su planteamiento, recuerda en algunos momentos a Cántico por Leibowitz y a Stark Holborn, pero con un camino propio.

The Seven Moons of Maali Almeida

Pienso que es bueno salirse de las lecturas más habituales de nombres conocidos para encontrar obras que nunca esperábamos que nos fueran a impactar. Es por esta razón que decidí darle una oportunidad a The Seven Moons of Maali Almeida, esperando una historia con algo de fantasía, pero Shehan Karunatilaka utiliza este recurso solo para mostrarnos la convulsa historia política de Sri Lanka el siglo pasado, sin ahondar mucho en la parte no realista de su historia.

Maali Almeida es un reconocido fotógrafo de guerra que muere en circunstancias que no se aclararán hasta muy avanzado el libro. Según le informan en la ajetreada sala de espera de la muerte, dispone de siete lunas para arreglar sus asuntos pendientes y pasar al más allá. No es muy original el planteamiento, parece un poco la secuela de Ghost aunque sí que me parece divertido las trabas burocráticas que conforman gran parte de las escenas de Maali en la antesala de su futuro definitivo.

Maali no sabe quién le mató si es que lo hicieron, pero sospecha que está relacionado con las fotografías de guerra que ha hecho a lo largo de los años donde expone las corruptelas y la crueldad de aquellos que están en el poder o de los que luchan por arrebatárselo. Afortunadamente, hay unos cuantos párrafos dedicados a explicar la sopa de letras que conforman todas las siglas de las distintas facciones enfrentadas.

Para una total desconocedora de la historia de Sri Lanka como soy, The Seven Moons of Maali Almeida sirve para conocer un poco los tejemanejes de las grandes potencias en la isla, que tras sufrir su pasado colonial tampoco salió muy bien parada tras los acuerdos de 1948. El hecho de tener tan cerca un vecino tan poderoso como India tampoco sirve para su “tranquilidad espiritual”.

Hay otro aspecto que define al protagonista de la obra, su homosexualidad encubierta. Es algo que le define intrínsecamente, pues tener que ocultar su naturaleza le obligará a mantener tan solo relaciones esporádicas con la inestabilidad que conlleva.

La novela está bastante bien escrita y resulta interesante, pero como digo su encuadre en el género fantástico es poco más que casual, por la necesidad de tener un instrumento que le permita relatar los sucesos de su vida pasada. Si en vez de hablar de fantasmas nos refiriéramos a viajes en el tiempo o alguna otra añagaza del estilo, el libro tampoco sufriría demasiados cambios.

En cuanto a la narración en audiolibro, obra de Shivantha Wijesinha, me parece correcta, pero tampoco me ha entusiasmado. Es cierto que el libro se me ha hecho un poco largo aún sabiendo que solo iba a extenderse durante siete lunas, porque mi capacidad de absorber horrores de la guerra tiene cierto límite.

Monstruos ordinarios

Sentía mucha curiosidad por este libro, pero la verdad es que su longitud me echaba un poco para atrás. Cuando vi que estaba en audiolibro en español, empecé a escucharlo y he de decir que aunque al principio me echó un poco para atrás que estuviera en español sudamericano (creo que el acento es mejicano, pero no tengo tanta pericia auditiva como para afirmarlo), en realidad no ha supuesto ningún problema, salvo algunos usos del idioma que suenan algo raros a un hablante español.

Monstruos ordinarios es una novela de fantasía muy oscura, con sus toques de terror y escenas realmente macabras, pero a pesar de que todo esto no suele ser plato de mi gusto, la novela sí que me ha convencido totalmente. El hecho de situar a personas con talentos especiales en el siglo XIX ya ha sido utilizada con anterioridad (sin ir más lejos, por Alan Moore), por eso JM Miró prefiere cargar las tintas en la descripción del entramado mágico de su mundo y sobre todo, en un elenco de personajes con vidas tortuosas y pasados terribles.

Se trata de un libro coral, al que se le podría quizá poner como defecto la gran extensión y tal vez la parsimonia y el detalle con que se describe cada escena, aunque lo cierto es que no tiene problemas de ritmo y una vez que se entra en la ambientación, se disfruta cada momento. Por cierto, hay que tener en cuenta que es la primera parte de una trilogía, así que aunque se puede disfrutar de la lectura como un todo, no deja de ser verdad que algunas de las tramas quedan abiertas para las siguientes entregas.

Como decía, quizá lo más importante de la obra son los personajes que pueblan sus páginas, desde los chicos cuya búsqueda y rescate acaparan las primeras decenas de páginas hasta los adultos y otros talentos ya más establecidos que conforman las dos últimas terceras partes de la novela. Miró hace una exposición descarnada de la condición humana, sin poner trabas a la maldad del racismo, el clasismo, la explotación infantil… todas las historias del pasado de los caracteres están plagadas de dolor y sufrimiento, pero son totalmente verosímiles aún con la existencia del factor sobrenatural. Niños de 9 años trabajando como deshollinadores que quedan atrapados en las chimeneas, ratas de teatro que a cambio de los restos de la comida de la compañía de actores trabajan de solo a sol, artistas de circo que muestran sus peculiaridades ante un público sediento de novedad…

El autor, que como vemos no nos protege de las consecuencias del terror ordinario, lo hace aún menos con las del terror sobrenatural. Seremos testigos de la creación de gigantes de carne con trozos de cadáveres, de desmembramientos a manos de monstruos no muertos y de muertes de infantes para saciar el ansia de otros monstruos. No es un libro que se recree en el gore, pero desde luego no le hace ascos.

La trama, que en un principio podría parecer más simple de lo que es en realidad (estos son los malos y estos son los buenos) en realidad oculta planes y paradojas que iremos conociendo poco a poco en el despliegue de capítulos. Se me hace raro en la traducción que Alejandro Romero Álvarez haya preferido dejar bastantes términos en el inglés original, siempre he pensado que la tendencia en la traducción es “castellanizar” todo lo posible (que me disculpen los traductores si estoy equivocada). El caso es que casi todos los elementos que forman parte del “otro mundo”, mantienen sus nombres en inglés en esta ocasión.

La narración del audiolibro por parte de Santiago Padilla es muy buena, adaptándose en cada momento al personaje del elenco al que está encarnando.

Sin duda, recomiendo la lectura de la obra, pero sabiendo a lo que nos veremos expuestos.

Moral Code

Comencé a escuchar el audiolibro de Moral Code sin muchas expectativas porque los autores me eran desconocidos, pero el tema de las inteligencias artificiales me atrae mucho, sobre todo aplicado a un futuro muy cercano como es el caso. Además, se hace hincapié en el aspecto ético de la creación y el uso de este tipo de inteligencias, algo de lo que ya nos da pistas el título del libro, que me parece muy pero que muy adecuado.

El comienzo es bastante prometedor, ya que conoceremos a Keira, una ingeniera que ha desarrollado su propia IA, llamada Elly. Cuando estaban desarrollando una labor humanitaria se encuentran en una situación límite por un terremoto y ahí da comienzo la relación de ambas con Roy Brandt, el desarrollador de unos nanorobots que en secreto realizan tareas de salvamento… y otras muchas cosas.

Tras este encuentro casual y muchas conversaciones, Keira y Roy se dan cuenta de que si unen sus fuerzas conseguirán mejorar mucho los nanorobots, sobre todo con el MoralOS, el sistema operativo que sirve como brújula moral para Elly pero que es aplicable en otros entornos.

Como veis, la premisa es muy interesante, pero el libro se va diluyendo poco a poco. Primero, porque hay cierta ingenuidad en las ideas que se van exponiendo, pero también porque no se entra en mucha profundidad en las bases de todo el andamiaje ético. ¿Cómo se define la moralidad? En un momento nos dicen que se han tenido en cuenta muchas religiones, filosofías… pero queda todo un poco en el aire. Y la verdad, me cansa un poco el punto de vista totalmente occidental de todos los libros que he leído que tratan este tema (esto probablemente es culpa mía, de mis sesgos de lectura). Sin ir mucho más lejos, en la Hispacon tuve la oportunidad de asistir a una charla sobre el ghost japonés, esa alma que se atribuye a todas las cosas en el mundo que cambiaría totalmente la percepción de lo que es una inteligencia artificial.

Aunque esta inocencia ingenua es el problema de fondo, también hay otros elementos que me hicieron bajar un poco la apreciación del libro. Por ejemplo, el maniqueísmo para distinguir a los “buenos” de los “malos”, la creencia de que las agencias gubernamentales estadounidenses iban a utilizar esta tecnología punta solo y exclusivamente para el bien y el empecinamiento de la protagonista con que la defensa de los niños ha de ser la principal prioridad de cualquier ser moral. El libro es entretenido, pero no rompedor.

La narración de Veronica Pace es muy correcta, pero le falta un poco de alma. Es posible que mi opinión se haya visto influida por la pequeña decepción que ha supuesto el desarrollo del libro, que tenía unos buenos mimbres para su desarrollo pero que ha acabado siendo uno más del montón.

Tread of Angels

Esta estupenda novela corta de Rebecca Roanhorse me ha durado nada y menos ya que a su ajustada longitud se han unido también un ritmo muy bien llevado y un narrador de audiolibro excepcional, Dion Graham.

Tread of Angels se desarrolla en la ciudad de Goetia en el año 1883 con un aire de western que le viene como anillo al dedo. Allí se explota una mina de la que no se obtiene oro, si no Divinity, un material de origen mágico imprescindible para la tecnología. Lo curioso es que este material sólo lo pueden detectar los Caídos, los descendientes de los perdedores de las guerras entre ángeles y demonios. Los Caídos son por tanto parias de la sociedad, pero los Justos deben tolerarlos para aprovecharse de sus cualidades. La autora no deja títere con cabeza respecto a la hipocresía de aquellos que se creen mejores simplemente por ser hijos de quien son, cuando en realidad ocultan en su corazón podredumbre y maldad.

El relato nos cuenta cómo dos hermanas con sangre de Caídos se separan en su infancia y una crece como Justa mientras que la otra es criada como Caída. Las diferencias entre ambas son patentes, pero aun así se espera que el cariño entre ambas les ayudará a superar las adversidades. Muriel, la hermana Caída, es acusada del asesinato de un Justo y no tiene opción de juicio justo, ya que estos casos se rigen por otro tipo de ley. Celeste, su hermana, deberá ejercer como abogada del diablo para esclarecer los hechos.

Me ha parecido que Roanhorse hace una estupenda labor de construcción de mundo con las pocas páginas de las que disponía y también consigue mantener la tensión en todo momento, de forma que el lector ansía seguir pasando las páginas para conocer el desenlace de la historia. La labor del narrador del audiolibro Dion Graham, se mezcla de una forma fantástica con el texto, logrando una inmersión total por parte del oyente. Incluso las partes que a priori podrían parecer más complicadas, como la relación de Celeste con Abraxas y la pasión que los une está contada de una manera espectacular.

Me gusta especialmente la labor de crítica que la autora lleva a cabo sobre la corrupción que anida en el seno de una sociedad supuestamente angelical, con unos miembros que no dudan en dar rienda suelta a sus bajas pasiones y que no se podrían definir como Justos por muy laxas que fueran nuestras reglas. En definitiva, una novela corta estupenda, de lo mejor del año. Espero que no pase desapercibida.

A Fractured Infinity

Hay ciertos temas de la ciencia ficción que se encuentran entre mis favoritos y uno de ellos son los universos múltiples, porque dan tanto juego que cada libro puede ser completamente distinto del anterior que hayas leído con la misma base. En esta ocasión he escuchado la novela de debut de Nathan Tavares, A Fractured Infinity, que tiene tanto puntos positivos como negativos, así que intentaré explicar un poquito estas sensaciones encontradas tras su lectura.

Me ha gustado mucho la voz escogida para el protagonista, porque Hayes Figueiredo es un director cinematográfico y eso transpira en cada página del libro. No es solo por la aproximación eminentemente visual de la novela, si no por esas roturas constantes de la cuarta pared y esa utilización tan ágil y acertada de los símiles entre la narración escrita y la visual. Es una manera estupenda de introducirnos en la mente del protagonista definir muchas de las escenas como si se desarrollaran en un estudio de cine.

La idea de partida es que uno de los múltiples universos posibles el propio Figueiredo (versión científico adelantado a su tiempo) crea el Envisioner, un artefacto capaz de predecir el futuro. ¿Dónde queda entonces el libre albedrío? Esta pregunta tan profunda no es algo a lo que vayamos a encontrar respuesta en estas páginas (para eso mejor Ted Chiang) ya que a causa de la llegada de este aparato a muchos universos Hayes se verá atrapado en una huida desesperada para salvar a la persona que ama.

Sin duda, el autor utiliza de forma intencionada los viajes a través de universos paralelos como un medio para relatar una historia de amor, en vez de como un fin en sí misma. Me gustan muchísimo los detalles con los que va plagando cada nuevo universo que resultan bastante verosímiles pero nunca llegan a ser repetitivos, gracias a una imaginación desbordante. Sin embargo, me parece una pena que este emocionante periplo se supedite tanto a la historia romántica aunque sea el leit motiv de la novela se siente demasiado forzada.

La narración de Tom Picasso me parece muy acertada, haciendo hincapié en los momentos de duda del protagonista al igual que cuando toma decisiones apelando al corazón en vez de la razón. Un trabajo impecable.

La verdad, para ser una primera novela con una premisa tan compleja como el multiverso creo que Nathan Tavares sale bastante bien parado. A ver con qué nos sorprende la próxima vez.

Africa Risen

Me he dado cuenta de que hace bastante tiempo que no publico reseñas de antologías, principalmente porque ahora leo menos recopilaciones. Es una laguna en mis lecturas, porque muchas veces la ficción corta te da la intensidad que los relatos más largos no consiguen mantener, así que pensé en leer este Africa Risen, que además tiene unas premisas muy atractivas, ya que todos los autores son africanos o pertenecen a la Diáspora africana, lo cual les da un punto de vista distinto al que estamos acostumbrados. La labor de edición corre a cargo de Sheree Renée Thomas, Oghenechovwe Donald Ekpeki y Zelda Knight.

“The Blue House” de Dilman Dila

Es toda una declaración de intenciones comenzar una antología con un relato que mezcla ciencia ficción y fantasmas. En un mundo postapocalíptico, una robot sobrevive rebuscando en las antiguas construcciones humanas. Resulta muy curiosa cómo se muestra la toma de decisiones del ente como una lucha entre sus distintas subrutinas.

“March Magic” de WC Dunlap

Un relato bastante corto con un marcado tono político, en el que se entremezclan los hechos históricos con la influencia mágica.

“IRL” de Steven Barnes

No me apasionan mucho las historias que juegan con la realidad virtual como zonas de escapismo, pero creo que Steven Barnes ha conseguido equilibrar su cuento con la crítica a los volátiles mercados financieros y, sobre todo, a un sistema judicial totalmente manipulable por la riqueza.

“The Deification of Igodo” de Joshua Omenga

Omenga rompe un poco con la tendencia que tenía hasta ahora la antología con un estilo muy clásico, desgranando la leyenda de un rey que pretendió ascender a la divinidad.

“Mami Wataworks” de Russell Nichols

Mensaje ecologista sobre la necesidad de proteger los escasos bienes del planeta, en especial el agua pura. Situado en un futuro no muy lejano, donde la escasez y el valor del agua recuerdan a Dune.

“Rear Mirror” de Nuzo Onoh

Muy curiosa esta historia sobre zombis, o más bien sobre muertos andantes, pero sin violencia ni comer cerebros. Nuzo Onoh muestra el enfrentamiento entre las viejas creencias y el nuevo cristianismo, con un buen toque final.

“Door Crashers” de Franka Zeph

Un relato sobre viajes en el tiempo y el espacio por unos agentes entrenados específicamente para ello que también utilizan su cultura ancestral como protección. La idea de partida resulta más interesante que el desarrollo, que me ha parecido bastante truncado.

“Lady Rainbow” de Yvette Lisa Ndlovu

Con una de las frases más bellas que he leído en la recopilación: “el alma no podría tener arco iris si los ojos no tuvieran lágrimas”, un bello cuento sobre lo que significa ser humano cuando es una elección y no una imposición del azar.

“A Dream of Electric Mothers” de Wole Talabi

Buscar el consejo de una inteligencia artificial basada en los recuerdos de los antepasados puede no dar el resultado esperado.

“Simbi” de Sandra Jackson-Opoku

No he terminado de conectar con este relato sobre la esclavitud.

“Housewarming for a Lion Goddess” de Aline-Mwezi Niyonsenga

No es la primera vez que se usan las recetas de comida y las descripciones sobre lo que se hace en la cocina como hilo conductor de una historia, pero hay que reconocer que Aline-Mwezi Niyonsenga lo borda con los recuerdos de la protagonistas.

“A Knight in Tunisia” de Alex Jennings

Muy curiosa esta historia de superhéroes con estrés posttraumático, con regresados de las colonias espaciales que no se acaban de adaptar a la sociedad. Por si faltaba algo en esta excéntrica mezcla, también hay telepatía.

“The Devil Is Us” de Mirette Bahgat

Este cuento está muy centrado en mostrar cómo la ambición humana es la principal puerta de entrada para las fuerzas del mal, criticando de paso el expolio arqueológico.

“Cloud Mine” de Timi Odueso

La escasez de agua es un tema recurrente en Africa Risen, pero en esta ocasión Timi Odueso utiliza una aproximación diferente al mismo problema.

“Ruler of the Rear Guard” de Maurice Broaddus

Con un gran mensaje político como en gran parte de la obra del autor, en este relato se hace referencia a la llamada de “vuelta a casa” de los herederos de la diáspora y también a la idea de África como un continente unido para afrontar el futuro. Tiene bastante material para reflexionar.

“Peeling Time (Deluxe Edition)” de Tlotlo Tsamaase

Lamento mucho que el tono monótono y repetitivo del lector de este relato me haya impedido disfrutar de una de las autoras que más me llama la atención últimamente.

“The Sugar Mill” de Tobias S. Buckell

Es curioso como el autor deja sin nombrar al protagonista de la historia cuando claramente tiene muchas referencias a su propia persona, como el hecho de pertenecer a una familia de color pero no tener el tono de piel “adecuado”. Las desventuras de un agente inmobiliario tratando de vender una propiedad se mezclan con los hechos terribles que ocurrieron en la plantación durante la esclavitud.

“The Carving of War” de Somto Ihezue Onyedikachi

Terrorífico relato sobre la ausencia de una madre y sus consecuencias.

“Ghost Ship” de Tananarive Due

Un relato con un ambientación muy atractiva, un viaje en barco tratando de llevar contrabando a los Estados Unidos, pero con un final truncado que para mí desvirtúa las cualidades que le habian hecho destacar en un principio.

“Liquid Twilight” de Ytasha L. Womack

Un historia sobre pertenencia a un lugar mágico y cómo los espíritus afines se acaban encontrando tarde o temprano.

“Once Upon a Time in 1967” de Oyedotun Damilola

Fantasía de lo más clásica con hombres-zorro y el auténtico significado de pertenencia a una familia.

“A Girl Crawls in a Dark Corner” de Alexis Brooks de Vita

Durísimo relato sobre la mutilación genital femenina, debería llevar varias advertencias porque ha sido desagradabilísimo de leer. Es cruel, específico, descriptivo y lo peor de todo, muy realista.

“The Lady of the Yellow-Painted Library” de Tobi Ogundiran

Este relato de terror es uno de los más destacados de la antología, por lo cotidiano de su desencadenante y por cómo se va cocinando la maldición a fuego lento, sin obviar detalles escabrosos.

“When the Mami Wata Met a Demon” de Moustapha Mbacké Diop

Un cuento sobre el amor filial y la persistencia de las antiguas creencias.

“The Papermakers” de Akua Lezli Hope

Este relato gira entorno a la fabricación artesanal de papel para imbuirlo de magia pero también habla sobre sororidad. Bastante recomendable.

“A Soul of Small Places” de Mame Bougouma Diene y Woppa Diallo

Un cuento tremendamente poderoso sobre cómo proteger a las niñas de las violaciones, cómo la sociedad deja de ver lo que no le interesa y no las protege, así que de todo ese dolor surge un espíritu vengativo que saldará cuentas. De los mejores, si no el mejor, de Africa Risen.

“Air to Shape Lungs” de Shingai Njeri Kagunda

Un relato poético que no consigue hacer llegar su mensaje.

“Hanfo Driver” de Ada Nnadi

Este es un relato que no se toma demasiado en serio a sí mismo y que se lee con una sonrisa en los labios. Tiene algo de crítica al sistema de sobornos que parece estar implantado en Nigeria, pero al final solo habla de las locas ideas empresariales del amigo del protagonista.

“Exiles of Witchery” de Ivana Akotowaa Ofori

Hay una línea sutil entre la comedia y el drama, entre tomarse demasiado en serio y reirse de uno mismo. Esa línea es en la que hace equilibrio Ivana Akotowaa Ofori, en un relato que mezcla magia y ciencia, fantasía y ciencia ficción.

“The Taloned Beast” de Chinelo Onwualu

Descubrir una historia de maltrato aderezada con voces de los dioses no deja de ser duro.

“Star Watchers” de Danian Darrell Jerry

La labor de estudiar las estrellas exige sacrificios de por vida a todos los gemelos que nacen en una determinada cultura, aunque algunos de ellos no estén de acuerdo.

“Biscuit & Milk” de Dare Segun Falowo

Un épico relato de colonización espacial que supone un gran colofón a una antología algo irregular.

Creo que es importante conocer las nuevas voces así como las más contrastadas en el mundo de los géneros no realistas y Africa Risen es una muy buena oportunidad para ello. Hay relatos muy variados, aunque me gustaría que se hubiera realizado una selección que no incluyera tantos relatos relacionados con violaciones, un tema que me crispa mucho. O al menos que se hubiera avisado sobre ello (es posible que esto aparezca en la versión impresa, yo lo he escuchado en audiolibro).

Del audiolibro en sí, me parece una buena decisión tener un casting muy variado de voces, aunque algunas no hayan sido especialmente de mi agrado.

Children of Memory

¡Qué difícil es hacer lo que hace Adrian Tchaikovsky y qué suerte tenemos de que escriba género fantástico! Ya es complicado mantener el nivel de publicación del que hace gala el autor, pero es que además lo hace con una calidad media más que notable, ofreciéndonos siempre obras interesantes que le dan nuevos giros a la ciencia ficción y la fantasía.

Con Children of Memory vuelve a sorprender, ya que si esperabas otra historia de evolución de alguna especie gracias al virus que vimos en acción en las dos primeras entregas, te verás decepcionado. Y sin embargo, Tchaikovsky consigue volver a crear toda una nueva especie para que reflexionemos sobre lo que es ser en realidad, definiéndola en un momento del libro como un “simple” motor de resolución de problemas, pero indagando mucho más en un tema apasionante como es el autoconcepto. El hecho de que los individuos de esta especie no sean plenamente funcionales a menos que estén asociados por parejas me parece una idea deslumbrante.

Y todo esto sin dejar de embarcarnos en una lectura apasionante, aunque tiene un comienzo un tanto titubeante y extraño debido a la propia naturaleza del juego que propone el escritor al lector. Algunas veces he tenido que releer desde el principio algún libro porque pensaba que me estaba perdiendo y Children of Memory ha sido una de las obras que me han provocado esta sensación de extrañeza. Estos primeros capítulos, que recuerdan poderosamente a Planetfall de Emma Newman, solo están sentado las bases para todo lo que acontecerá después, pero he de reconocer que me resultaron algo confusos. También hay que hacer hincapié en que yo he disfrutado de la versión en audio del libro, lo cual añade una capa más de dificultad a la interpretación del libro, porque hay veces que se tienen lapsos en la lectura cuando tu cerebro divaga y en el caso de esta novela se paga caro. Sirva esto como aviso a navegantes, no como crítica a la labor desarrollada por Mel Hudson como lectora del libro, que es excelente.

Me parece que Children of Memory es una loa constante a la colaboración entre especies y al entendimiento entre los pueblos, aunque haya habido grandes impedimentos en el pasado para este trabajo en equipo y todavía haya recelo con algunos de los integrantes de los equipos.

También hay que reconocer que el recurso que utiliza Adrian Tchaikovsky para dar integridad a la novela puede resultar un poco tramposo una vez descubierta la realidad de la narración, pero creo que el escritor sale bien librado de este envite si se repasan esos primeros capítulos en los que ya deberíamos haber tenido un atisbo sobre lo que en realidad estaba sucediendo.

Además, utiliza con tanta maestría los recursos y la historia que nos está narrando es tan amplia que queda muchísimo espacio abierto para nuevas entregas de la saga, en el hipotético caso de que deseara continuar con esta línea de desarrollo. Y esa es una buenísima noticia para los fans del autor en general y lo de la saga Children of Time en particular.

Even Though I Knew the End

La tendencia actual es publicar obras más cortas, que se ajustan mejor al estilo de vida ajetreado que llevamos porque nos exigen menos tiempo para disfrutarlas. Tor.com fue de las primeras editoriales en ver esta tendencia y reforzarla, así que no es de extrañar que haya publicado Even Though I Knew the End, una novela corta que reúne todas las virtudes del formato, permitiendo una lectura ágil, entretenida y que encima deja poso. Poco más se le puede exigir a una obra que no llega a las 150 páginas.

Ya habíamos comentado con anterioridad varias obras de C.L. Polk, pero en esta ocasión la escritora deja de lado la fantasy of manners para escoger otro escenario menos trillado, más actual y muy pero que muy atractivo. La acción transcurre en Chicago, en los años 40. La protagonista es una augur con ciertas capacidades mágicas que trabaja como detective en asuntos mágicos, en busca del mejor postor. Poco imagina cuando acepta estudiar una sangrienta escena del crimen que los pecados de su pasado volverán a por ella y que se verá envuelta en la búsqueda del Vampiro de la Ciudad Blanca.

Mi primer consejo es no leer la contraportada de libro, porque destripa un poco el primer giro de la novela corta y es mejor entrar en la lectura sin tener este conocimiento de causa. También os diré que como yo escuché el audiolibro, no puedo certificar que la lectura de la prosa sea tan atractiva como la narración de January LaVoy, que consigue sumergirte en este mundo de ángeles y demonios, pero que creo que sí lo será porque Polk ya ha demostrado con creces su maestría con la pluma.

Aunque los pactos fáusticos fueron moneda corriente en la fantasía de hace algunos años, es cierto que los sistemas mágicos más imaginativos y originales han ido reclamando su lugar dentro del imaginario colectivo, dejando un poco atrás el típico enfrentamiento entre el bien y el mal y la lucha por la posesión de las almas en el más allá un poco en segundo plano. Pero el eterno conflicto entre la oscuridad y la luz persiste, y la autora hace un uso muy acertado de todo este conocimiento cultural para que sirva de apoyo a la estructura de la novela corta, sin necesidad de tener que pararse a explicar cada detalle.

En este libro hay asesinatos, posesiones, ángeles caídos que pugnan por volver al cielo y aunque todo resulta atractivo, es quizá el relato del amor entre dos mujeres y los sacrificios que están dispuestas a hacer lo que más nos conmueve. Recomiendo encarecidamente la lectura en el formato que sea, porque merece la pena.