House of Odysseus

House of Odysseus es la segunda entrega de la serie The Songs of Penelope y no sé si será debido a que ya conocemos el juego que propone la autora o al cambio de voz narrativa por la sensual Afrodita, pero me ha gustado bastante más que Ithaca. Además, la versión en audiolibro que yo he escuchado narrada por Catrin Walker-Booth me ha cautivado especialmente por su forma de sugerir y engalanar cada párrafo con tonos casi eróticos.

No deja de ser un juego malvado por parte de North titular el libro House of Odysseus cuando Ulises es precisamente el gran ausente de toda la serie, el héroe griego al que todos esperan pero contra el que todos conspiran. La autora nos cuenta en esta ocasión los acontecimientos tras el asesinato de Clitemnestra, y las maniobras poco sutiles de Menelao para convertirse en rey de reyes aprovechando la locura de Orestes.

En el libro disfrutaremos de una intriga y un misterio bien planteados, de unos personajes atractivamente definidos y, sobre todo, del mensaje feminista del que la autora ya hizo gala en su momento, pero con una Penélope más segura de sí misma capaz de enfrentarse de tú a tú con los héroes de la época, siempre con una gran preparación por su parte y haciendo gala de una inteligencia que pocos le hubieran reconocido.

También me parece muy interesante la representación de Elena, que parece una mosquita muerta, un guiñapo del que resulta difícil creer que fue la causa de la guerra de Troya, por más que su belleza siga siendo legendaria. Pero North, lejos de quedarse en la bidimensionalidad del mito, dota a la bella Elena de profundidad y redaños, como a todas las mujeres de la saga, mientras que a algunos de los personajes masculinos los retrata como simples peleles llevados y traídos por sus bajos instintos. Se insiste mucho en la violación como herramienta de humillación de la mujer, transformado a las personas en simples objetos sin valía, pero no es solo esta espada de Damocles la que pende sobre todas las mujeres, si no la consideración de que son menos valiosas per se, simplemente por haber nacido mujer.

No sé si la autora tiene intención de seguir con la serie, pero desde luego tiene mi interés.

The Only Purple House in Town

Reconozco que de vez en cuando me gusta leer algo de fantasía romántica, lejos de las naves espaciales y futuros distópicos que suelen poblar mis lecturas. The Only Purple House in Town cumple perfectamente este requisito, incluso diría que tiene más hacia el romance más que hacia la fantasía, aunque estos toques de un mundo donde la magia es real influyen de manera definitiva en el devenir de los personajes.

Iris Collins es la oveja negra de su familia, ya que todas sus hermanas tienen carreras exitosas mientras que ella apenas llega a fin de mes con su negocio de joyería online. El destino se pondrá de su parte cuando recibe en herencia de su tía abuela una casa victoriana que necesita más de una reparación, pero que es habitable. Ni corta ni perezosa se mudará a la casa y alquilará las habitaciones para ganarse la vida.

Cada habitante de su nuevo hogar le dará una nueva perspectiva sobre su propia vida, ayudándola a tener más confianza en sí misma. Especialmente, ese joven atractivo que es el primero en responder al anuncio, aunque esto no sea para nada una casualidad.

The Only Purple House in Town es un ejemplo perfecto de la familia encontrada en oposición a la familia tradicional, con unos personajes achuchables y maravillosos, sin apenas conflicto a no ser que tengamos en cuenta a la indispensable vecina cotilla que intentará hacerles la vida imposible.

Los toques de fantasía, que como digo son bastante escasos, se basan en la presencia de brujas, cambiaformas y otros seres fantásticos que están integrándose en la sociedad civil, aunque todavía existen reticencias por parte de los humanos “normales”. Esta presencia es prácticamente testimonial, aunque sí que tendrá importancia sobre todo al final del relato, con algún que otro deus ex machina que resolverá situaciones peliagudas.

La narración de Carly Robins es estupenda, ajustándose muy bien al tono almibarado del relato de Ann Aguirre.

The Only Purple House in Town no es un libro que te vaya a cambiar la vida ni lo pretende, pero es un entretenimiento ligero que se disfruta en un suspiro. No tiene complicaciones y pasará pronto al olvido, dejando una agradable sensación.

Dark Water Daughter

H.M. Long es una autora que ha publicado varias novelas de fantasía a la que por alguna razón no había leído todavía. Cuando tuve la oportunidad de escuchar el audiolibro de su nueva obra, inicio de saga, pensé que era el momento oportuno. Ni confirmo ni desmiento que el hecho de que uno de los lectores fuera Samuel Roukin, al que adoro por su trabajo en la serie The Sun Eater puede haber influido algo en la decisión. La otra intérprete, Moira Quirk, también hace un buen trabajo, pero es que Samuel es insuperable.

Dark Water Daughter comienza como una fantasía bastante típica de piratas, con su sistema mágico para dominar el tiempo atmosférico y facilitar las travesías, pero poco a poco va deviniendo en una historia más oscura y traicionera.

Long utiliza dos puntos de vista para narrar la historia, el de Mary Firth, cuyas dotes mágicas se habían ocultado desde su infancia a pesar de ser descendiente de una poderosa figura materna que a pesar de estar ausente en la mayor parte de la novela ejerce una influencia más que notable.

Samuel Rosser es un oficial naval caído en desgracia que busca redimirse de su pasado capturando un notorio pirata. También tiene capacidades mágicas, pero como se irá descubriendo conforme pasen los capítulos, quizá el control que ejerza sobre ellas no sea tan férreo como desearía.

La novela tiene muchos personajes e interacciones entre ellos, pero no resulta confusa en ningún momento, quizá debido a la estupenda interpretación de los lectores, pero también a la mano de la autora, que construye un mundo atractivo del que todavía quedan bastantes pasajes por explicar.

Es posible que lo más atractivo de la historias sea el sistema mágico, que poco a poco se va desenvolviendo ante nuestros ojos. Long quizá abusa un poco del infodump aunque lo hace con un método bastante explotado, pero no por ello menos efectivo. La introducción de cada capítulo explica de manera somera algún aspecto de este mundo feérico, como si fuéramos consultando nuestras dudas en una enciclopedia ilustrada.

Algo que me gusta menos es la introducción del romance en la trama, un poco forzado, ya que aunque Mary esté en situaciones precarias o directamente luchando por su vida, no deja pasar la oportunidad de describir los pectorales de los personajes masculinos por los que se siente atraída (en esto exagero un poco, pero no os creáis que mucho).

En definitiva, Dark Water Daughter es un buen comienzo para una serie fantástica que no parece destinada a romper moldes, pero que gustará a los lectores que disfruten de un mundo bien construido y escenas navales atractivas, con una pizca de romance y un sistema mágico más que atractivo.

Fourth Wing

Sé que no soy el público objetivo de las novelas juveniles, pero no por ello voy a dejar de leerlas, si ofrecen algo que me interesa. En el caso del audiolibro de Fourth Wing, reconozco que los dragones mezclados la academia militar me llamaba la atención, aunque el resultado ha acabado por debajo de mis expectativas. Y eso que la narradora del audiolibro Rebecca Soler, lo vive tanto que hace que te metas mucho en la historia. Pero no consigue compensar una trama muy exagerada y descompensada, con unos personajes bastante histriónicos que se encuentran inmersos en un cóctel hormonal que entre su juventud y su líbido hacen que estén más calientes que la superficie de Mercurio.

La protagonista es Violet Sorrengail, la hija menor de la militar al cargo de la defensa del reino de Navarre, que esperaba tener una vida tranquila como escriba, pero que se ve forzada a entrar en la prestigiosa academia militar del país, donde se forma a la flor y nata del ejército destinada a cabalgar dragones… si es que sobreviven al curso.

El ambiente en la escuela militar es extremadamente competitivo y peligroso, porque casi en cualquier momento se puede eliminar a otro cadete si crees que no está a la altura de las expectativas… Y el hecho de que la madre de Violet sofocara de manera muy violenta una rebelión interna no hace que ella sea bien recibida entre los descendientes de los ajusticiados. Un caldo de cultivo para “accidentes” e “infortunios” que ella deberá esquivar.

Rebecca Yarros plantea por tanto una historia bastante convencional, que podríamos adscribir al subgénero de la “dark academy” pero con fantasía militarista y personajes de sexualidad desbocada. El secretismo de las operaciones militares ya nos da una idea de que no todo lo que se conoce de la interminable guerra es creíble, con una maquinaria propagandística detrás que haría llorar de felicidad a Goebbels. El caso es que a mí no me ha terminado de convencer, tanto por lo manido del argumento como por lo previsible de los giros conforme vas avanzando en la lectura. Es una novela muy cinemática de la que no extrañaría para nada que tuviera versión audiovisual dentro de poco, con su retahíla de adolescentes y jóvenes hipermusculados y atractivísimos que viven al filo del abismo por defender su patria.

Wings Once Cursed and Bound

En su momento me llamó la atención la cubierta de Wings Once Cursed and Bound y la mención a la mitología tailandesa también le hizo ganar puntos, así que cuando tuve la oportunidad de escuchar el audiolibro de la obra de Piper J. Drake decidí priorizarlo.

Por desgracia, el libro es una acumulación de clichés sobre criaturas sobrenaturales muy occidentales, con la incorporación casual de la kinnaree para darle un poco de exotismo a la historia, que por otra parte es muy convencional.

La protagonista del libro es Peeraphan Rahttana, que en el transcurso de una representación de ballet cae víctima de influjo de unos zapatos mágicos que la harán bailar hasta la muerte, o lo harían, si ella fuera solo humana. Su naturaleza desconocida la protegerá en primer lugar, pero la hará convertirse en el objetivo de varias asociaciones sobrenaturales que buscan hacerse con todos los objetos mágicos del mundo para su protección o para su venta.

La novela gira entorno a la relación romántica que Peeraphan desarrollará con uno de sus perseguidores, casualmente un vampiro atractivo que ha renunciado a alimentarse de la sangre de inocentes. Como digo, el romance, la trama, el desarrollo… son una concatenación de escenas conocidas y bastante simples que no sorprenden para nada. Esperaba algo más de innovación o al menos referencias a algunas criaturas mitológicas más desconocidas, pero el elenco lo componen vampiros, hombres lobos, hadas… nada nuevo bajo el sol.

Los capítulos transcurren en un intervalo bastante corto, pero los personajes principales tienen tiempo de sobra para enamorarse, aunque cualquiera pensaría que un ser inmortal se lo tomaría con un poco más de calma, no sé, algo más de un día para descubrir quién va a ser tu amada por los siglos de los siglos. Eso sí que son capacidades sobrenaturales y lo demás son tonterías.

La labor como narradora de Cindy Kay es muy correcta, pero es que el material de partida tampoco daba para mucho más. Hacedme caso y ahorraros unas horas de vuestra vida no leyendo este libro.

The Bone Shard War

Tenía mucha curiosidad por saber cómo iba a terminar Andrea Stewart su saga The Drowning Empire, que tuvo un comienzo fulgurante y una continuación algo más reposada. He de decir que la autora consigue salir del envite con oficio, cerrando bastante bien las tramas de todos los personajes, aunque en algunos momentos puntuales la historia parece alargarse un poco.

Suele ser bastante difícil equilibrar el tiempo de “presencia en pantalla” de los personajes en las novelas con distintos puntos de vista y The Bone Shard War no es una excepción. En esta ocasión es Jovis el personaje que parece más perjudicado en el reparto de capítulos, pero en general el relato está cohesionado y no destaca especialmente un protagonista sobre los demás.

¿Se contestan todas las preguntas que se habían ido planteando en las otras novelas? Sí, porque la autora pretende cerrar la historia y lo consigue. Desde el origen de las islas a las razones de su hundimiento pasando por tener un conocimiento más profundo de los Alanga. Pero también hay algunos recursos que parecen un poco sacados de la manga, como la existencia de unas legendarias espadas míticas sobre las que pivotarán gran parte de los eventos del libro. No obstante, me gusta especialmente la lucha contra la programación de la que es víctima uno de los personajes, retorciendo el lenguaje con inteligencia para salir airoso de las órdenes recibidas.

He tenido la suerte de escuchar la versión en audio del libro y reconozco que la interpretación conjunta de Natalie Naudus, Feodor Chin y Emily Woo Zeller dota de mucho ritmo a la novela, una experiencia que no sé si será exactamente igual leyendo la novela, porque algunos pasajes pueden parecer repetitivos.

Por supuesto, uno de los mayores puntos de interés de libro es la relación que los personajes van entablando con sus familiares, y ahí he de decir que Mephi se lleva todos los galardones. Es tierno y comprensivo, un dechado de bondad que se va volcando en los demás.

El final del libro es bastante agridulce, sobre todo por las consecuencias que habrán de afrontar los personajes, pero creo que también que es acorde con el desarrollo de la historia.

End of Story

En un futuro tan cercano como el año 2035 la ficción escrita está prohibida en el Reino Unido. Un cambio muy radical, ya que condena al ostracismo a escritores, editoriales… un giro de 180 grados en la vida de Fern, la protagonistas de End of Story, una viuda de mediana edad que de ser ganadora de los premios más prestigiosos de novela pasa a ser una limpiadora anónima acosada por las fuerzas del orden, que no se fían de que haya dejado de escribir como es ley.

Estamos, por desgracia, muy acostumbrados a distopías, pero esta me llamaba especialmente la atención por que la víctima del poder era la ficción, algo sin lo que creo que sinceramente no podría vivir. ¿Toda la vida condenada a leer solo obras de no ficción? Para cualquier lector empedernido como yo, sería peor que la muerte. Y no quiero ni imaginar que sería para los escritores, aunque Louise Swanson lo va plasmando muy bien en este libro.

Desde el principio, hay algo que no me cuadraba en la narración de la historia, quizá el momento temporal o el escasísimo esfuerzo que había tenido que llevar a cabo el gobierno de las Islas para imponer un modelo que supondría la ruina económica de un tejido empresarial muy poderoso. Además, algunos pequeños detalles de la historia no terminaban de encajar. Creo que la autora lo ha hecho ex profeso para hacernos reflexionar sobre estas incongruencias, que serán la puerta de entrada a los verdaderos secretos del libro. Hay que decir que la narración de Sophie Bentinck se adapta como un guante a esa sensación opresiva y claustrofóbica que la autora quería transmitirnos.

Para la resolución de la trama, la autora decide desencadenar una espiral descendente de barbaridades que desestabilizan el sentido común del lector, ya que se enfrenta a políticas de sanidad inaceptables que progresan sin problemas por la legislación. Pero no hay más que mirar a nuestro alrededor para ver que los hechos disparatados a los que hace referencia la autora pueden venir derivados perfectamente de lo que ya está ocurriendo con el NHS, llevado al extremo. Hay un fuerte componente reivindicativo en el libro, sobre todo en materia social.

No quiero entrar más en detalle porque parte de la gracia del libro es ir descubriendo por uno mismo hacia donde nos lleva la narración, pero creo que End of Story es un libro recomendable por su capacidad para inducir la paranoia con los más nimios detalles.

Feed Them Silence

La premisa de esta novela corta de Lee Mandelo me parecía muy atractiva, el uso de una interfaz neuronal para que la investigadora protagonista de la novela pudiera compartir las experiencias de uno de los últimos lobos salvajes, en un entorno de cambio climático y desaparición de las especies. Un contexto similar al que ya vimos por ejemplo en No hay lobos en Tesakowa, pero en un futuro mucho más cercano y con bastante menos espacio para el desarrollo.

La novela tiene dos partes diferenciadas, teniendo cierta relevancia el espacio de estudio y las consecuencias de esta unión neuronal unilateral en la investigadora, que influye en la otra parte de la historia, en la que vemos reflejada su vida doméstica. Es muy llamativo que Sean busque ese sentimiento de pertenencia al grupo en su trabajo y en los lobos, cuando no es capaz de encontrarlo en su vida diaria. Las tensiones constantes con su pareja son un reflejo muy cotidiano de algo que puede suceder con demasiada facilidad cuando dos personas buscan progresar en sus carreras profesionales sin estar dispuestos a hacer concesiones para conciliar su día a día.

La novela es bastante corta y no llega a explorar en profundidad todos estos temas que me parecerían tan interesantes, además de que llega a una conclusión un tanto precipitada a mi entender. Hubiera preferido que Mandelo se explayara más sobre la investigación neuronal pero en las escasas cuatro horas que dura la narración del audiolibro resultaba muy difícil concentrar más información de la que ya se da sin caer en la sobrecarga de datos.

La narración del audiolibro de Natalie Naudus es perfectamente disfrutable, ya que la lectora es capaz de insuflar la frustración de la vida diaria en los diálogos de la pareja.

También me ha interesado mucho la crítica hacia el financiamiento de los estudios científicos, que al depender de capital externo y privado, queda a la merced de los caprichos del capitalismo o del mecenas de turno. No parecen importantes las consecuencias del estudio mientras se puedan obtener réditos económicos.

Creo que buscaré más obras de Lee Mandelo para ver qué tiene que ofrecer.

The Magician’s Daughter

H.G. Parry se va haciendo poco a poco un nombre en el mundo de la fantasía, con novelas como The Unlikely Escape of Uriah Heep o A Declaration of the Rights of Magicians. Con The Magician’s Daughter se adentra en el mercado más juvenil, pero no por ello deja atrás sus características más notables, como el toque dickensiano de sus novelas o la mezcla de magia con el mundo tal y como lo conocemos.

En esta novela la autora se ha restringido a muy pocos personajes que tengan líneas de diálogo, simplificando sobremanera la trama. Estamos en 1912 y la magia ha ido desapareciendo poco a poco del mundo. En un cuidadoso plan para preservarla, el concilio de magos va recopilando cada trazo que sigue existiendo y lo atesoran en sus cámaras, pero esto ha provocado que en el mundo cada vez haya menos casualidades, menos golpes de fortuna y en general se ha vuelto un lugar más gris y desolador. De todo esto no es consciente Biddy, la protagonista de la historia, que se ha criado en una isla mágica protegida del exterior con la única compañía del mago Rowan y su familiar. No obstante, las inquietudes de la adolescencia comienzan a hacer mella y desea salir al exterior para conocer el mundo, a pesar de los riesgos que pueda conllevar. Lo que desconoce es que ella misma guarda en su corazón el secreto que puede permitir que la magia vuelva al mundo… o desaparezca para siempre.

La historia es bastante directa y no se pierde mucho en recovecos, ya sabemos que los malos son muy malos y los buenos estarán dispuestos a todo tipo de sacrificios para que su misión triunfe. La narración del audiolibro, a cargo de Rose McPhilemy, se ajusta de maravilla a la trama, con ese tono un tanto pijo que se puede asociar a la alta sociedad londinense y por ende, a sus representantes en el Concilio de Magos.

Las situaciones de peligro van in crescendo, sobre todo conforme se van descubriendo elementos del pasado que tienen influencia directa en el presente y aunque en ningún momento se llega a ver la tortura en directo, si que hay situaciones bastante peliagudas.

En definitiva, nos hallamos ante una novela de marcado tinte juvenil, entretenida y ligera, para pasar el rato sin muchas preocupaciones ni calentamientos de cabeza.

Wild Massive

Aunque mi primera experiencia con Scotto Moore fue decepcionante, le reconozco la extraordinaria capacidad imaginativa que puebla sus páginas, ya que es capaz de lanzar ideas aparentemente inconexas y conseguir un discurso más o menos coherente. Me lo imagino cogiendo esos dados para crear historias y lanzando toda su colección a la vez para luego meterlo todo en la batidora, a ver qué sale.

En el caso de Wild Massive, el experimento sale bien. Toda la novela se emplaza en un edificio de dimensiones desconocidas, en el que cada piso es un reino distinto, a los que se va accediendo por los ascensores. Es un multiverso ad hoc, para uso y disfrute del autor. Moore utiliza mucha tecnojerga para darle una pátina de ciencia ficción pero estamos ante una novela claramente fantástica, donde la magia tiene un importante papel en el desarrollo de la trama. También lleva a cabo un juego metaficcional interno, ya que en los parques de atracciones en los que se desarrolla gran parte de la novela también se está ficcionando eventos que ocurrieron realmente en el pasado, dando lugar a una reconstrucción de la realidad de la mano de la ficción. Es un “la historia la escriben los vencedores” supervitaminado.

Desde luego, hay que entrar en el juego del autor desde el principio y encender la suspensión de la incredulidad para poder disfrutar de una novela tan alocada como esta. Y eso que, a pesar de todo, también tiene sus mensajes contra el totalitarismo y en general contra las intervenciones armadas, pero todo se diluye un poco ante el aluvión de cosas sorprendentes que nos bombardean desde cada página (máquinas del tiempo portátiles, poderes psíquicos, adivinación del futuro al escribir un diario, cambiaformas… por poner unos ejemplos).

La labor de la lectora del audiolibro, Suzy Jackson, es encomiable, dando voz propia a la panoplia de personajes que desfilan por sus páginas y sin dejarse llevar por la vorágine en la que se convierte en ocasiones el libro.

Es difícil condensar una novela tan repleta de contenido como es Wild Massive y no engañaré a nadie si indico que hay que entrar en su juego para poder disfrutarla. Así que, si te apetece leer algo bastante alocado, que en ocasiones recuerda a Jasper Fforde desatado, este es tu libro.