Se puede descargar de forma gratuita durante el mes de septiembre el libro Future Perfect de la autora Nancy Kress.
Contiene seis relatos cortos incluyendo “The Flowers of Aulit Prison” que ganó el premio Theodore Sturgeon Memorial.
Lecturas de ciencia ficción y fantasía
Se puede descargar de forma gratuita durante el mes de septiembre el libro Future Perfect de la autora Nancy Kress.
Contiene seis relatos cortos incluyendo “The Flowers of Aulit Prison” que ganó el premio Theodore Sturgeon Memorial.
Neil Clarke ha hecho público recientemente su nuevo proyecto: incluir una historia traducida del chino en cada número de Clarkesworld Magazine.
El editor hará realidad este proyecto gracias a un acuerdo Storycom International Culture Communication Co., Ltd. y con la ayuda del siguiente equipo, que recomendará las mejores historias de origen chino:
En próximas fechas se lanzará una campaña Kickstarter para conseguir la financiación para este interesante proyecto.
Ya conocemos la portada de Signal to noise la primera novela de Silvia Moreno-García, que se publicará en febrero del año que viene.
El aire ochentero no se lo quita nadie, eso es innegable.
Aquí tenéis la sinopsis:
Mexico City, 1988: Long before iTunes or MP3s, you said “I love you” with a mixtape.
Meche, awkward and fifteen, has two equally unhip friends – Sebastian and Daniela – and a whole lot of vinyl records to keep her company. When she discovers how to cast spells using music, the future looks brighter for the trio. The three friends will piece together their broken families, change their status as non-entities, and maybe even find love…
Mexico City, 2009: Two decades after abandoning the metropolis, Meche returns alone for her estranged father’s funeral.
It’s hard enough to cope with her family, but then she runs into Sebastian, reviving memories from a childhood she thought she buried a long time ago. What really happened back then? What precipitated the bitter falling out with her father? Is there any magic left?
Me ha recordado Marcheto que el próximo martes se pondrá a la venta la nueva obra de David Mitchell, The bone Clocks. Para ir abriendo boca, os pongo la portada y la sinopsis.
One drowsy summer’s day in 1984, teenage runaway Holly Sykes encounters a strange woman who offers a small kindness in exchange for ‘asylum’. Decades will pass before Holly understands exactly what sort of asylum the woman was seeking . . .
The Bone Clocks follows the twists and turns of Holly’s life from a scarred adolescence in Gravesend to old age on Ireland’s Atlantic coast as Europe’s oil supply dries up – a life not so far out of the ordinary, yet punctuated by flashes of precognition, visits from people who emerge from thin air and brief lapses in the laws of reality. For Holly Sykes – daughter, sister, mother, guardian – is also an unwitting player in a murderous feud played out in the shadows and margins of our world, and may prove to be its decisive weapon.
Metaphysical thriller, meditation on mortality and chronicle of our self-devouring times, this kaleidoscopic novel crackles with the invention and wit that have made David Mitchell one of the most celebrated writers of his generation. Here is fiction at its most spellbinding and memorable best.
Iris ha significado para mí un reto lector, pero he de decir que el esfuerzo ha valido la pena. Me encuentro fascinada por la amplitud de recursos estilísticos utilizados en esta novela.
La primera dificultad con la que nos encontramos es el lenguaje utilizado. Edmundo crea una nueva forma de hablar, una suerte de spanglish escrito casi fonéticamente. Aunque no llega a los extremos de Banks con El artefakto, es necesaria una inmersión considerable por parte del lector para entrar en el juego de alusiones y sentidos velados que propone el autor.
Una vez soslayado este primer obstáculo, podemos disfrutar de las distintas perspectivas desde las que asistimos al desarrollo de la trama. En cada uno de los cinco capítulos en los que se divide Iris cambia el punto de vista, y en consecuencia, la forma de escribir y de exponer los hechos. Vemos como la prosa va cambiando, es más o menos sofisticada dependiendo de quién lleva la voz cantante. Asímismo, cambia la longitud de los capítulos, con lo que la lectura va variando el ritmo, algo que se agradece.
Los dos pilares en los que se sustenta el libro son la religión y las drogas. Me gusta en especial cómo la zona colonizada mantiene una dura pugna religiosa con las creencias importadas por los invasores, en una lucha desigual. La dualidad religión-droga es imperante en toda la novela, en algunos momentos me ha parecido que el verdadero hilo conductor de la historia eran las distintas reacciones a las muchas drogas presentes en Iris, cada una con un efecto distinto sobre el cuerpo humano.
También resultan especialmente impactantes las imágenes que se nos presentan cuando los personajes están bajo los efectos de estos viajes alucinógenos. La principal herramienta para hablar del pasado son estas distintas sustancias (jün, danshen, paideluo…) que se utilizan como vía de escape de estos horribles hechos que han desencadenado la huida a Iris, un lugar del que no se vuelve.
Es en esos flashbacks donde se muestra la parte más descarnada y vil del ser humano. El pasado de muchos personajes rebosa rencor y odio, provocando que esas almas torturadas acaben en Iris, quizá buscando una salida, una mejora. Lo que acaban encontrando, sin embargo, no es lo que esperaban.
Un tema que se trata también en esta gran novela es el racismo, en varias vertientes. El desdén con el que se trata a los naturales de Iris, superado por el desprecio a los nacidos de la mezcla de sangres es similar al que se siente por la presencia de artificiales, cyborgs indistinguibles de los humanos base.
¿Es esta una nueva visión sobre el colonialismo? Para mí sí, aunque no lo parezca es el tema principal de la narración. Quizá nos distraigan los fuegos de artificio de las sustancias psicotrópicas que emanan del libro. El escenario en el que se utiliza a los nativos para extraer los bienes de sus tierras en beneficio de los opresores nos es sobradamente familiar. No obstante, la utilización de forma mayoritaria del punto de vista de los opresores contrasta con las tendencias actuales de dar voz a los colonizados, como en We see a different frontier.
Definitivamente, ésta es una gran obra que hay que leer.
Ya sabemos algo más de la MIT Technology Review SF Annual 2014 que ha sido seleccionada por Bruce Sterling, y que no podría tener mejor pinta.
Aquí os pongo la portada.
La nómina de autores es muy llamativa, con William Gibson, Cory Doctorow, Warren Ellis, Lauren Beukes, Joel Garreau, Chistopher Brown, Paul Graham Raven y Pat Cadigan.
También incluye una entrevista con Gene Wolfe que podéis leer aquí.
La European Science Fiction Society ha anunciado los ganadores de sus premios en 2014, son los siguientes:
Gran Maestro Europeo:
Jim Fitzpatrick – Irlanda
Hall of Fame:
Mejor autor: Wolfgang Jeschke – Alemania
Mejor artista: Jim Fitzpatrick – Irlanda
Mejor editorial: Angry Robot – Reino Unido
Mejor magazine: Cosmoport – Bielorrusia
Mejor traductor: Ms. Kersti Juva – Finlandia
Mejor promotor de la ciencia ficción: Dave Lally – Irlanda
Espíritu de dedicación:
Artista: Alexander Prodan – Ucrania
Mejor actuación: Adaptación de Dr. Horrible Sing-along blog – Croacia
Mejor sitio de ciencia ficción: Geek Ireland – Irlanda
Mejor Fanzine: Darker – Rusia
Mejor creador de libros de ciencia ficción o fantasía para niños:
Oisín McGann* – Irlanda
Vladimir Arenev* – Ucrania
*Empate entre los dos ganadores
Premios de estímulo
Marco Rauch – Austria
Victor Martinovich – Bielorrusia
Genoveva Detelinova – Bulgaria
Irena Hartmann – Croacia
Míla Linc – República checa
Anthea West – Irlanda
Robert M. Wegner – Polonia
Rui Alex – Portugal
Eugen Cadaru – Rumania
Роман Шмараков/Roman Shmarakov – Rusia
Lenka Štiblaríková – Eslovaquia
Igor Silivra – Ucrania
¡Enhorabuena a los ganadores!
Las Solaris Rising suelen ser antologías muy variadas y de buen gusto. Afrontaba la lectura de esta recopilación con bastante ilusión y he de decir que me ha gustado bastante. A continuación podéis leer mi opinión sobre cada uno de los relatos que la componen.
When we harvested the Nacre-Rice de Benjanun Sriduangkaew
No hay recopilación de relatos que se precie que no cuente con alguna historia de Benjanun y éste es otra estupenda muestra de la razón de la frase anterior.
Encontrar el cuerpo inanimado de una persona y cuidarla puede tener consecuencias terribles para el bienhechor.
The goblin hunter de Chris Beckett
Otra buena historia donde se intenta proteger a los alienígenas de un mundo cuyo único sistema de defensa telepático es sacar lo peor de cada persona y provocar sus peores pesadillas. El autor se recrea quizás de forma excesiva en la truculencia de la historia, pero así consigue que el efecto sea más duradero.
Homo Floresiensis de Ken Liu
Lo último que he leído de este autor tendía hacia la fantasía clásica con raíces asiáticas, así que agradezco este cambio donde nos sigue mostrando su amplísimo repertorio.
Un estudio antropológico puede dar lugar a un descubrimiento sensacional, pero el precio que se deberá pagar puede ser demasiado alto.
A taste for murder de Julie E. Czerneda
Otro relato muy bueno con una investigación policial de fondo en un mundo donde las modificaciones genéticas están a la orden del día, según la tendencia marcada por las figuras de referencia. Realmente recomendable con un final espectacular.
Double blind de Tony Ballantyne
Inquietante historia sobre pruebas médicas a voluntarios. El autor consigue crear una atmósfera inquietante que deviene en un claustrofóbico entorno en los sobrecogedores compases finales del relato.
The mashup de Sean Williams
Descontrolada historia sobre vigilancia que no me acaba de convencer, quizá porque no la he entendido completamente.
The frost of Jade Buds de Aliette de Bodard
Las relaciones familiar son extraordinariamente importantes en la ficción de Aliette de Bodard y estas relaciones incluyen las que las capitanas mantienen con sus naves espaciales, que forman parte de la familia. En este relato la autora explora una nueva posiblidad : una nave que no corresponde con este patrón. Una lectura muy interesante, que no hace si no acrecentar mi interés en el universo de Xuya.
Popular images from the first manned missions to Enceladus de Alex Daily MacFarlane
La forma de contar este relato es bastante original, basándose en los distintos carteles propagandísticos que el gobierno de turno iba creando en referencia a las misiones tripuladas a Enceladus. El autor hace algo de trampa porque también desarrolla algo más aparte de la descripción de los carteles y quizá en esa parte es donde falla el relato.
Red Light and rain de Gareth L. Powell
Viajes en el tiempo y vampiros, con gotas de espionaje en una historia no muy novedosa pero entretenida.
They swin through sunset sears de Laura Lam
Un relato de primer contacto magníficamente escrito con un ambiente cerrado y una amenaza subacuática constante.
Faith without teeth de Ian Watson
Una crítica al sistema comunista con una premisa no muy comprensible que quizá sirva para poner de manifiesto la sinrazón de los regímenes absolutistas pero que a mí me ha dejado indiferente.
Thing and sick de Adam Roberts
Otra historia claustrofóbica situada en una sede científica antártica. El desarrollo acaba resultando confuso.
The sullen engines de George Zebrowski
Absurda historia criticando la invasión automovilística de la que somos víctimas.
Dark harvest de Cat Sparks
Lo que parece ser una típica historia espacial protagonizada por mercenarios sobre una colonia minera (aunque lo que se explota son plantaciones) que tiene un giro muy extraño al final.
Fift and Shria de Benjamin Rosenbaum
Difícil de entender, este relato se ajusta a los parámetros en boga en la actualidad de cambiar el género de los protagonistas.
The howl de Ian R. MacLeod y Martin Sketchley
Una historia que no deja mucho poso sobre colonización espacial.
The science of chance de Nina Allan
El relato que más me ha gustado de Solaris Rising ha sido esta pequeña joya de Nina Allan, que se postula con fuerza para el premio Sidewise del año que viene (ya veremos si se confirman mis sospechas).
En una Rusia alternativa donde aún se recuerda la detonación de la bomba y sus consecuencias radiactivas aparece una niña abandonada, que no es lo que parece. ¿O sí?
Espléndidamente escrito, Allan consigue mantener la tensión y la incertidumbre hasta el final del relato e incluso después.
Endless de Rachel Swirsky
La historia final de esta antología trata sobre la postsingularidad desde un punto de vista original, ¿qué nos puede seguir haciendo humanos cuando ya se han superado las necesidades de la carne y la muerte?
En resumen la antología es notable, contiene algunos relatos realmente excepcionales y algunos que no son tan buenos, pero ninguno es malo. Si te gusta la ciencia ficción esta es tu oportunidad de hacerte con una gran recopilación.
La space opera fue un género denostado que hace algunos años, gracias al impulso de figuras como Iain M. Banks, ha tomado nuevos bríos. La interesante, aunque muy breve introducción que hace Rich Horton a este volumen me ha abierto los ojos a obras que yo no consideraba pertenecientes al subgénero o que directamente no conocía (aumentado mi ya de por sí exuberante pila de libros que quisiera leer).
Sin embargo, el relato corto pone unas restricciones en el tratamiento de la space opera que hacen que a priori sea más difícil prodigarse en esa longitud. Las aventuras espaciales parecen demandar páginas y páginas de descripciones de razas alienígenas y viajes incesantes. Con esta duda (¿se adaptará bien la space opera al formato corto?), comencé la lectura de la antología.
“The knight of chains, the deuce of stars” de Yoon Ha Lee
Existe un lugar en el que se almacenan todos los juegos que alguna vez han existido, desde los más simples hasta los de complejidad planetaria. El lugar está protegido por un guardián con un arma que nunca falla, así los peregrinos llegan pero no obtienen lo que buscan. Hasta que llega una muy especial.
No sé si la historia está planteada como un homenaje a Iain M.Banks y su Player of Games, aunque podría serlo perfectamente. Me gusta mucho cómo escribe esta autora y esa mezcla de sus temas fetiche (música, matemáticas, lenguaje y guerra) también está presente en este relato, que constituye una buena forma de empezar la antología.
“The wreck of the godspeed” de James Patrick Kelly
Una historia que quiere ser trascendente pero que se mezcla con impulsos juveniles y algunas gracietas insulsas quedándose a medio camino de todo. La colonización de nuevos mundos mediante naves exploradoras que van a un tercio de la velocidad de la luz pero a las que se pueden teletransportar humanos en cualquier momento no es una buena base para un relato, ya que no tiene mucho sentido.
“Saving Tiamaat” de Gwyneth Jones
Confusa historia repleta de pseudónimos en la que Gwyneth Jones nos presenta a unos mediadores en conflictos de razas pseudohumanas con capacidades casi sobrenaturales.
Resulta muy difícil seguir el hilo de la historia y la moraleja final es previsible. No me ha convencido.
“Six lights off green scar” de Gareth L. Powell
Una pequeña historia de redención tras un acto de cobardía. El relato es muy apresurado y no deja poso.
“Glory” de Greg Egan
Las bases que utiliza Greg Egan para un relato darían para muchos libros, de eso estoy segura. En “Glory”, solo el primer capítulo está dedicado a explicar un viaje casi a la velocidad de la luz para que dos exploradoras puedan investigar los resultados matemáticos de una raza extinta. Y hay ocho capítulos, así que imaginad lo que se nos viene encima.
A pesar de no ser de sus mejores cuentos (no resiste la comparación con muchos de los incluídos en Axiomático) no deja de ser interesante. Ahora bien, no me entra en la cabeza que a esto se lo considere space opera. Me temo que Rich Horton y yo tenemos una definición muy distinta para el término.
“The mote dancer and the firelife” de Chris Willrich
Mezclar el dolor por la pérdida de un ser querido con una historia de fantasmas parece bastante adecuado, pero hacerlo con un más allá alienígena es un poco extremo. La idea de los equipos guerreros formados por Don Quijotes (línea de ataque) y Sancho (escudero) es buena, aunque está desaprovechada en este relato. Y podría seguir con los fallos y aciertos de Willrich pero en definitiva, mezclando algunas cosas buenas con otras no tanto lo que obtenemos es un resultado irregular.
“On rickety thistlewaite” de Michael F. Flynn
Con unos pequeños toques galácticos para hacerlo ciencia ficción, pero realmente ésta es una historia de fantasía sobre la pesada responsabilidad del gobierno y cómo no todo el mundo está preparado para ello. Algunas frases son realmente jocosas, pero por lo demás, es un relato del montón.
“War without end” de Una McCormack
Una historia sobre el revisionismo histórico y si merece la pena remover viejas heridas con el fin de que la verdad vea la luz. McCormack deja a nuestro juicio la decisión.
“Finisterra” de David Moles
Aunque la historia no está relacionada, no he podido evitar acordarme de The algebraist y sus habitantes de los gigantes gaseosos cuando estaba con “Finisterra”. Nos encontramos con una novela de aventuras con algo de ingeniería y diversas religiones, una mezcla que no acaba de resultar buena.
“Seven years from home” de Naomi Novik
Me ha gustado bastante esta historia de una guerra en el mismo planeta. El punto de vista es el de un agente imperial enviado por una fuerza extraplanetaria para intentar prolongar el enfrentamiento y conseguir que los adversarios se anexionen al imperio por puro agotamiento. Lo más llamativo es la forma de desarrollar la guerra por parte de uno de los bandos, basada en la evolución de la propia biosfera, pero el mensaje de fondo que yo veo es la asimilación de la cultura por parte del agente a fuerza de convivir con los habitantes del planeta.
Pretender cambiar al otro puede llevarte a tu propio cambio.
“Plotters and shooters” de Kage Baker
Imagina la típica historia de instituto americano con los atletas y los empollones enfrentados.
Sitúala en una plataforma de seguimiento y eliminación de meteoritos. Introduce un elementosorpresa y tendrás esta historia de Kage Baker. No pasa de un simple entretenimiento.
“The muse of empires lost” de Paul Berger
Dotar de personalidad y vida a los orbitales y naves espaciales creadas por el hombre como si fueran criaturas sentientes es lo mejor de esta historia, que lamentablemente se queda corta después, cuando finaliza de forma precipitada. Aun así, merece la pena leerlo.
“Boojum” de Elizabeth Bear & Sarah Monette
Cuando las naves espaciales son seres vivos con sus propias necesidades, utilizarlas para una vida de piratería espacial no parece lo más adecuado, pero este es el principal uso que tienen las naves Boojum de Bear y Monette. No está mal como historia pero no es memorable.
“Lehr, Rex” de Jay Lake
En este complejo juego de trampas mentales y subterfugios es el lector el principal implicado ya que cada uno dará una interpretación distinta a lo que ha leído. Me gustaría conocer la vuestra, porque yo no lo tengo claro.
“Cracklegrackle” de Justina Robson
Muchas ideas muy bien llevadas a cabo para narrar una historia dura sobre la pérdida y cómo afrontar el dolor y también sobre el racismo. Me parece especialmente interesante la existencia de una criatura capaz de verlo todo provista de la circuitería mental necesaria para interpretarlo, aunque esto sea una tecnología tan avanzada que sea casi indistinguible de la magia.
“Hideaway” de Alastair Reynolds
Una historia por la que merece la pena la antología. Esto sí es space opera con mayúsculas.
Una raza perseguida a través de años luz, tecnologías alienígenas que se han de estudiar para seguir adelante, conocimientos del pasado que se pueden utilizar en el futuro, un toque hard que se agradece mucho. Alastair en su máxima expresión. Imprescindible.
“Isabel of the fall” de Ian R. MacLeod
En esta fábula aparecen elementos de alta tecnología que han caído en la incomprensión pero que se siguen usando como artefactos religiosos que permiten seguir con el funcionamiento de la vida. A modo de hagiografía, conocemos las distintas versiones sobre Isabel, que no tenía nada de especial pero que cambió el mundo. Me ha gustado sobre todo la forma de tratar el sentimiento religioso y los enfrentamientos entre las distintas iglesias. Los castigos que sufren aquellos que van en contra de lo dictado superan la crueldad del más encallecido torturador.
“Precious mental” de Robert Reed
Compleja y absorbente historia. Las décadas pasan como suspiros cuando se dispone de la inmortalidad, pero las cuestiones metafísicas siguen acechando a cualquier ser de la galaxia.
“Two sisters in exile” de Aliette de Bodard
En este corto relato tenemos un atisbo del universo de Xuya creado por la autora francovienamita. Aunque no es tan excelente como los que escribe habitualmente, ver cómo afrontan la pérdida dos civilizaciones siempre resulta interesante.
“Lode stars” de Lavie Tidhar
Cada vez que leo algo de Lavie Tidhar me quedo con una sensacion agridulce. Me parece que escribe con una prosa muy llamativa pero me resulta muy confuso. Con esta historia de posibles viajes a través de horizontes de sucesos me sucede exactamente lo mismo.
“Silent bridge, pale cascade” de Benjanun Sriduangkaew
Creo que ésta fue una de las primeras historias que leí de Benjanun (la primera fue Courtship in the country of the machine-gods) y me fascina el tratamiento que hace esta autora con la ciencia ficción. La idea de una hegemonía capaz de reescribir las memorias de cada persona resulta inquietante contrastando con el desarrollo subyacente de la historia, tan delicado. Imprescindible.
“The tear” de Ian McDonald
En este relato se combinan ideas tan interesantes como las personalidades múltiples y las persecuciones a través de milenios luz para llevar a cabo una venganza. La propia grandiosidad del escenario creado y la increíble longitud temporal de la historia juegan en su contra. La trama interactúa directamente con nuestro sentido de la maravilla exigiendo al lector una concentración tan alta que en ocasiones llega a divagar.
En resumen, el tomo recopilatorio Space Opera contiene algunos relatos muy buenos, que sin embargo no entran dentro de la definición más conocida del término. También ha dado cabida a relatos que no tienen la calidad necesaria. El tamaño de la antología hace recomendable su lectura en pequeñas dosis para no empachar, pero no es un libro que de fácil lectura y no lo recomendaría a todo el mundo.