Conclusiones sobre #leoautorasoct

Este año mi reto para #leoautorasoct era compaginar novedades con algunas obras que desde hace tiempo quería leer pero nunca encontraba el momento adecuado para hacerlo.

De los siete libros que he tenido tiempo de terminar antes de que empezara noviembre (otros se han quedado a medias), cinco eran novedades y dos eran libros más antiguos. Si tenemos en cuanta que los tres que estoy leyendo ahora mismo no han sido publicados este año, el resultado es una paridad que ya quisiera yo haber conseguido en mis lecturas de todo el año. Por esa parte al menos objetivo conseguido.

Estos han sido los libros finalizados:

Despertares

Winterglass

A Taste of Marrow

After Swarm

Autonomous

The Bohr Maker

Starlings

Y estos los que no me ha dado tiempo:

The Goblin Emperor

The Snow Queen

What makes this books so great?

En cuanto a las sensaciones que me ha dejado #leoautorasoct, tengo un poco de mezcla. Me gusta haber dedicado un mes solo a autoras, pero aún así no he conseguido “compensar” los libros leídos el resto del año, de forma que no he llegado todavía al 50% hombres y 50% mujeres que creo que debería ser lo normal, aunque me he acercado mucho. También he de decir, que he sentido muy acusadamente las ganas de estar leyendo otra cosa a pesar de estar disfrutando de la lectura actual (unos sentimientos que muchos lectores empedernidos sufren, según me consta). Que esto sea debido a las imposiciones de #leoautorasoct o a mi propia inquietud lectora es algo que debo analizar más en profundidad.

En referencia a las temáticas, también hay que reconocer que excepto por una curiosa repetición de adaptaciones del cuento de la reina de hielo, los libros son muy diferentes entre sí, algo que celebro. Tenemos desde el precursor del nanopunk a un libro de “ensayos” sobre libros, pasando por una fantasía más al uso con goblins y elfos. Quizá el fallo haya sido la escasa representación patria, algo que me propongo solucionar en breve con Horizonte Lunar. Algunos relatos cortos aunque predominan las novelas, siendo esto también ejemplo de que hay autoras que escriben en el formato más adecuado para sus ideas.

En cuanto a la calidad, las obras escogidas han sido lo suficientemente variadas como para que me hayan gustado más o menos, de forma independiente a que sean de escritoras. No sé si un libro debería verse influido por si quien lo ha escrito es hombre, mujer o unicornio alado. Pero lo que es seguro es que para un lector debería ser transparente.

Y vosotros, ¿cómo habéis vivido #leoautorasoct?

Portada de Rogue Protocol

El mundo editorial se mueve muy rápido. No hace tanto que comentábamos la primera entrega de la Murderbot Series y ya tenemos aquí la que será portada de la tercer entrega, que se publicará en agosto del año que viene.

Un pequeño adelanto:

SciFi’s favorite crabby A.I. is again on a mission. The case against the too-big-to-fail GrayCris Corporation is floundering, and more importantly, authorities are beginning to ask more questions about where Dr. Mensah’s SecUnit is.

And Murderbot would rather those questions went away. For good.

Aunque es innegablemente más impersonal que las anteriores, me gusta esa sensación de grandiosidad que transmite. ¿Qué os parece?

The Bohr Maker

¡Por fin! Por fin he leído un libro de Linda Nagata que me convence. Probablemente sea debido a que sus últimos trabajos han derivado hacia la ciencia ficción militarista, un subgénero que no es de mis favoritos, pero siempre me parecía que le faltaba algo a esta autora para convencerme. Sin embargo, con The Bohr Maker, a pesar de no estar exenta de fallos, el final de la película ha sido muy distinto.

Siempre me ha llamado la atención el uso de la biotecnología en las novelas de ciencia ficción, ya que parece un camino verosímil hacia el futuro de la humanidad. En este caso, el “objeto de deseo” sobre el que gira toda la novela es la posesión del llamado Bohr Maker, una obra maestra de la nanotecnología que permite la modificación del propio cuerpo para adaptarse y autoevolucionar, si se me permite la expresión. Ya sea para utilizarlo o para destruirlo, todos los personajes del libro pelean por él, menos la receptora, que se encuentra inmersa sin comerlo ni beberlo en esta lucha de poder.

El principio de la novela es un poco sorprendente, porque Nagata nos coloca en un escenario donde no parece haber nada de tecnología. Y digo parece porque de soslayo nos muestra una avance que haría las delicias de cualquier ecologista actual, algún tipo de nanomaquinaria que transforma toda la contaminación de los ríos en alimento para los humanos.

También me parece muy conseguido la idea de interactuar con otros seres humanos a través de una presencia “fantasmal” en sus cerebros. Poder viajar entre localizaciones cambiando de cuerpo y utilizar a otros seres, no necesariamente humanos, como “porteadores”.  Aunque estas ideas ahora no resultan tan originales, en un libro del año 95 no eran conceptos tan trillados.

Sin embargo, lo que más me interesa de la novela es su situación temporal. La narración nos deja en un punto anterior a la Singularidad, que se vislumbra en el futuro pero que el gobierno intenta impedir a toda costa. Y es que trabar el desarrollo y la investigación en la tecnología es como ponerle puertas al campo, una labor fútil condenada al fracaso. Más aún cuando la propia policía hace uso de esta tecnología para impedir los delitos. Nagata utiliza de una forma muy inteligente la hipótesis Gaia para explicar la resistencia al cambio de una parte de los humanos, escudándose en la inteligencia de la propia Tierra para compensar los desvaríos de sus hijos, al tiempo que da voz mediante el primer posthumano a los abanderados del cambio. La novela es un diálogo con argumentos a favor y en contra de esta evolución.

Los personajes, aunque bien caracterizados y perfectamente distinguibles, adolecen de falta de empatía. Phousita sí es capaz de despertar sentimientos en el lector, pero los demás son demasiado fríos y cerebrales para conseguirlo. Cumplen su función perfectamente de exponer las ideas de la autora, pero en conjunto se les notan un poco los hilos con los que los va moviendo Nagata, con unas transiciones poco naturales y cierta ofuscación con sus obsesiones personales.

Un libro definitivamente recomendable, uno de los mejores de este #leoautorasoct en el que estoy embarcada.

Starlings

He leído algunas novelas de Jo Walton, como Among Others, El Círculo de Farthing o Garras y Colmillos pero nunca había leído su ficción corta. Y la razón, evidente tras la lectura de Starlings, es que la autora no se prodiga en esta longitud. La propia Jo dice que no sabe escribir ficción corta y me temo que en este caso hay que darle la razón.

El libro es un batiburrillo de relatos, poemas, una obra de teatro y primeros capítulos de novelas que nunca existieron. Ante semejante mezcolanza, es difícil juzgar la obra en su conjunto. Te puede gustar un relato y aborrecer el siguiente, ya que no existe un hilo conductor, una uniformidad en la lectura o en la temática, ni tan siquiera en el estilo.

Muchos relatos son una gracia de la propia autora, una broma extendida que puede gustar o no debido al peculiar estilo humorístico de la autora, como “Remember the Allosaur” o “Jane Austen to Cassandra”. Otros son ejercicios estilísticos, de uso de diversos puntos de vista como “The Panda Coin”, que me recuerda al principio de la película Lord of War.

Particularmente me gusta la idea de primeros capítulos de posibles novelas, donde sí se ve la mano de la autora para plantear situaciones que puedan dar lugar a historias más completas, como la población de una nave generacional que no sabe si su destino es el adecuado para sus aspiraciones como “Turnover”.

También se notan las inquietudes lectoras de la autora en “Escape to other Worlds with Science Fiction” donde volvemos a visitar la ucronía de Farthing, en un flashmash no demasiado conseguido.

No tengo capacidad para juzgar la capacidad poética de Walton, pero en este libro personas más cualificadas que yo podrán tener una amplia muestra.

Starlings es una obra para fans de Jo Walton y puede tener algo de interés como curiosidad para el resto de lectores, pero no deja de ser anecdótico.

Portadas de Mary Robinette Kowal

“The Lady Astronaut off Mars” consiguió ganar el premio Hugo en la categoría novelette y la autora ha escrito dos nuevos libros en el mismo mundo que se publicarán en verano del año que viene. Estos libros, The Calculating Stars y The Fated Sky, serán precuelas a la historia.

Se han dado a conocer las portadas de estas dos nuevas historias, aquí os las traigo a ver qué os parecen. Son de Jamie Stafford-Hill.

Al ser dos novelas sobre el mismo hecho desde distintos puntos de vista, me parece brillante la elección de un tema similar cambiando el color de fondo para crear contraste. ¿Qué os parecen a vosotros?

Cinco razones para compartir lecturas

Últimamente se ha hablado sobre la creación de clubes de lectura, así que al final me he decidido a hablar de mi experiencia personal compartiendo lecturas. No sé si estos comentarios serán directamente extrapolables a la participación en un club de este tipo, pero quiero aportar mi granito de arena a la causa de fomentar la lectura.

Animación a la lectura

Ciertamente, a mí nunca me ha hecho falta que me hagan palmas a la hora de leer, pero entiendo perfectamente que haya personas a las que les haga falta un empujoncito para ponerse con un libro ya que la competencia en el ocio es brutal. Si tienes la suerte de dar con alguien que comparta parte de tus gustos, pero no todos, estarás deseando leer para comentar la jugada. Y también disfrutarás planificando tu próxima lectura compartida.

Nuevos puntos de vista

Cuando ya llevas algo de tiempo leyendo, ciertas ideas te parecerán más trilladas que si acabas de lanzarte a la piscina lectora. Si bien es cierto que el sentido de la maravilla sigue estando presente en los libros, quizá afrontar la lectura con gente que tiene otro bagaje te facilitará volver a sorprenderte con ideas que ya habías visto. Y si eres un lector novel, el lector más veterano te podrá referenciar otras obras en las que seguir explorando eso que te ha maravillado.

Salir de la zona de seguridad

A veces nos cuesta mucho trabajo aventurarnos a explorar obras distintas de las que ya conocemos por miedo al aburrimiento, al “esto no me va a gustar”. Sin embargo, con estos prejuicios estamos perdiendo la oportunidad de encontrar nuevos autores y nuevos mundos que explorar, que pueden volver a maravillarnos y que sin duda ampliarán nuestros “horizontes lectores”. Esta novedad puede venir de la mano de una recomendación de lectura compartida y si compartimos cierta afinidad con la persona que nos lo recomienda, la mayoría de las veces será un acierto.

Ayuda en la comprensión

Leer sigue siendo una actividad muy personal y relativamente difícil de compartir. Al fin y al cabo estás a solas con tu libro y la interpretación que darás a cada párrafo será la tuya personal. No obstante, si estás compartiendo tu lectura, se abrirá ante tí un nuevo abanico de posibilidades, en las que quizás no habías reparado. Por ejemplo, si tu formación académica es informática como es mi caso, puede que alguna referencia literaria se te escape, pero podrás entender a qué se refiere un autor cuando habla sobre la tercera forma normal. Si la persona o personas con quienes estás compartiendo la lectura no tienen esa formación específica, agradecerán tu ayuda. Y sin duda, estarán dispuestos a ofrecerte su conocimiento cuando el tema del libro esté fuera de tu área de experiencia. Esta ayuda se multiplica cuando la lectura es en un idioma distinto al tuyo,  ya que siempre resulta más difícil llegar a entender todas las estructuras que puede llegar a utilizar el autor.

Por puro placer

He dejado al final la que quizá sea la razón más importante. Y es que, ¿a quién no le gusta hablar de su afición favorita? Si encuentras a una persona o personas con quien comentar tus libros, no volverás a sentirte el “rarito de la biblioteca”. Esta es una de las razones de ser de los VerdHugos, poder hablar y compartir aquello que nos apasiona.

Y vosotros, ¿compartís vuestras lecturas? ¿Os gustaría hacerlo?