All Systems Red

Martha Wells es la autora de La Muerte del Nigromante, uno de los libros que me reconcilió con la fantasía, en aquella época en que pensaba que todo era igual (no podía estar más equivocada). De forma que su aproximación a la ciencia ficción me llamó mucho la atención desde el primer momento.

Tor.com anunció hace poco la futura publicación de más historias de Murderbot, la protagonista de All Systems Red. Una buena noticia, porque es un personaje con gran personalidad (aunque esté hackeada) y si tiene visos de continuidad puede dar mucho juego.

Me parece que en este relato precisamente lo más importante es la voz del personaje, que realmente está muy bien conseguida. Porque la verdad, el entorno y la narración son un poco del montón. No es la primera vez que nos encontramos con robots que siguen culebrones, me acuerdo sin ir más lejos de Lo que nunca acaba, de Futurama. Un poco de ombliguismo antropomorfizante, para dotar de humanidad a una entidad que por definición se supone que no lo es. Esta es solo una característica, quizá la más llamativa de Murderbot, pero no necesariamente la más importante. También su forma de afrontar los enfrentamientos es particular, teniendo en cuenta que gran parte de su cuerpo es fácilmente reemplazable por otras piezas. Y en el fondo lo que quiere es que la dejen en paz. ¿Acaso es pedir demasiado?

Por desgracia, la historia no acompaña mucho. Se basa principalmente en la crítica a las empresas que solo buscan el beneficio económico recortando la inversión hasta límites insospechados y es previsible. Como introducción para el personaje se deja leer, pero al poco tiempo comienza a diluirse en la memoria. Espero que en las siguientes entregas, con los cimientos ya asentados, Wells desarrolle un poco más el universo en que los robots asesinos cumplen su función en la sociedad como cualquier otra maquinaria.

Ganadores premios DITMAR 2017

Ya conocemos a los ganadores de los premios DITMAR australianos de este año. Son los siguientes:

Mejor novela

  • The Grief Hole, Kaaron Warren, IFWG Publishing Australia.

Mejor Novella o Novelette

  • “Did We Break the End of the World?”, Tansy Rayner Roberts, en Defying Doomsday, Twelfth Planet Press.

Mejor relato

  • “No Fat Chicks”, Cat Sparks, en In Your Face, FableCroft Publishing.

Mejor colección

(empate)

  • Defying Doomsday, Tsana Dolichva y Holly Kench, Twelfth Planet Press.
  • Dreaming in the Dark, Jack Dann, PS Publishing.

Mejor arte

  • Ilustración, Shauna O’Meara, para Lackington’s 12.

Mejor publicación aficionada en cualquier medio

  • 2016 Australian SF Snapshot, Greg Chapman, Tehani Croft, Tsana Dolichva, Marisol Dunham, Elizabeth Fitzgerald, Stephanie Gunn, Ju Landéesse, David McDonald, Belle McQuattie, Matthew Morrison, Alex Pierce, Rivqa Rafael, Tansy Rayner Roberts, Helen Stubbs, Katharine Stubbs y Matthew Summers.

Mejor escritor aficionado

  • Foz Meadows, por el conjunto de su trabajo.

Mejor artista aficionado

[Sin premio, ya que la única nominada (Kathleen Jennings) renunció]

Mejor nuevo talento

  • Marlee Jane Ward

Premio William Atheling Jr Award a la mejor crítica o reseña

  • Kate Forsyth, por The Rebirth of Rapunzel: a mythic biography of the maiden in the tower, FableCroft Publishing.

Otros premios

Premio A. Bertram Chandler

  • Bill Wright, que lleva en el fandom 59 años

Premio Peter McNamara Achievement

  • Rose Mitchell

¡Enhorabuena a los ganadores!

Tomorrow’s Kin

Reseña conjunta con Dreams of Elvex.

Basándonse en las ideas expuestas en Yesterday’s Kin, la exitosa obra de Nancy Kress, la autora de Buffalo tiene previsto publicar una trilogía, de la que Tomorrow’s Kin será la primera entrega.

No tenía muy claro cómo pensaba expandir la historia de los Deneb y los humanos, pero al comenzar a leer el libro todo me sonaba muy familiar. Tanto, tanto que resulta que los primeros capítulos es el mismo Yesterday’s Kin.

Esto supuso una pequeña decepción para mí, porque aunque la novella me gustó en su momento, no me apetecía releerla para ponerme en situación. Salvando este escollo, irritante más que molesto, se puede apreciar la historia de Tomorrow’s Kin.

Los hechos se retoman unos años después de que los aliens hayan dejado la Tierra, con la “herencia” correspondiente. La propia estructura de la novela hace que tenga un clímax y una finalización a mitad de la lectura, por lo que resulta complicado volver a comenzar la narración. Esto ralentiza el ritmo de lectura y a la novela le cuesta volver a despegar. Sin embargo, el esfuerzo que requiere del lector merece la pena.

Desde el punto de vista especulativo, estamos ante una más que interesante charla sobre ecología y biología, escrita de una forma amena y comprensible. La falta de una especie inclina totalmente el delicado equilibrio biológico de la Tierra, haciendo peligrar la vida humana. Y sin embargo, los humanos se preocupan más por su propio beneficio que por aunar esfuerzos para encontrar soluciones. Algo tan descorazonador como realista.

La historia se sigue centrando en Marianne, la investigadora seleccionada por los aliens para llevar a cabo un estudio de la población humana. El resto de personajes, aunque con sus peculiaridades, parecen girar a su alrededor y creo que esto empobrece el resultado. Además seguimos con las casualidades en la familia, que hacen que sigan siendo protagonistas de la historia. Esta parte es la que menos me ha convencido.

Lo cierto es que el libro se encaminaba hacia una puntuación menor hasta que llegó el final, que acelera de forma espectacular y muy interesante. Vale que hay que hacer un poco de suspensión de la incredulidad, pero cuando los acontencimientos empiezan a sucederse y ya no hay vuelta atrás, es difícil dejar de leer. Espero con interés la siguiente entrega.

La Hora de los Desterrados

Uno de tantos proyectos con los que empecé el año era leer más producto nacional y aunque mi lista de lectura me indica que estoy fracasando estrepitosamente en este aspecto, no por ello voy a dejar de intentarlo.

La Hora de los Desterrados es el segundo libro de Pablo Bueno, nominado a los Ignotus por su primera obra La Piedad del Primero que ya reseñamos aquí. La novela es continuación de la anterior y me temo que adolece mucho del síndrome del segundo libro.

El planteamiento de la novela es claramente una road-movie, con constantes viajes a lo largo y ancho del mundo. En este sentido se agradece la presencia de un mapa para seguir las andanzas de Marc y sus acompañantes. Por tanto, te tiene que gustar este tipo de lectura, que realmente no es de mis favoritas. Me gustaría pensar que cada desplazamiento tiene un significado claro, pero algunas veces me parece que la compañía va dando tumbos en busca del siguiente momento de interés.

Por contra, la prosa de Pablo ha evolucionado bastante. No sé si se podría describir como un castellano antiguo adaptado a los tiempos modernos o como un castellano moderno arcaizado, pero recorre esta fina línea de una manera firme y segura. Se adapta a la narración y en ningún momento chirría. Un gran logro.

La presencia de la magia es más patente en esta segunda entrega, y aunque algunas soluciones se las saca de la anchísima manga del deus ex machina (o lupus ex machina o pater ex machina o insértese aquí lo que toque ex machina), dentro de lo que cabe están entroncadas con la historia que ya conocemos. Me hubiera gustado que la narración fuera más consecuente con la presencia de la Voluntad, ya que sigue siendo un recurso infrautilizado.

También me hubiera gustado que le hubiera metido algo más de tijera al libro. Creo sinceramente que un poco de labor editorial hubiera adelgazado La Hora de los Desterrados
y así, se hubiera librado de algunos de estos pasajes de la Guía Michelín que aportan poco a la novela.

Otros aspectos positivos son el desarrollo de los personajes, a los que Pablo va dotando de más profundidad y trasfondo. Veremos cómo se desarrollan las relaciones interpersonales y cómo elementos del pasado vienen a influir en lo que pasará en el futuro. Esta continuidad incrementa mi interés por la siguiente entrega.

Ciertamente, la novela tiene fallos, pero no por ello puedo dejar de recomendarla. Pablo, ¿para cuándo el siguiente?

Finalistas British Fantasy Awards 2016

Se han anunciado los finalistas de los British Fantasy. Aquí os los traigo:

Mejor antología
African Monsters, ed. Margrét Helgadóttir y Jo Thomas (Fox Spirit Books)
Aickman’s Heirs, ed. Simon Strantzas (Undertow Publications)
Best British Horror 2015, ed. Johnny Mains (Salt Publishing)
The Doll Collection, ed. Ellen Datlow (Tor Books)
The 2nd Spectral Book of Horror Stories, ed. Mark Morris (Spectral Press)

Mejor Artista
Ben Baldwin
Vincent Chong
Julie Dillon
Evelinn Enoksen
Sarah Anne Langton
Jeffrey Alan Love

Mejor colección
Ghost Summer: Stories, Tananarive Due (Prime Books)
Monsters, Paul Kane (The Alchemy Press)
Probably Monsters, Ray Cluley (ChiZine Publications)
Scar City, Joel Lane (Eibonvale Press)
Skein and Bone, V.H. Leslie (Undertow Publications)
The Stars Seem So Far Away, Margrét Helgadóttir (Fox Spirit Books)

Mejor cómic / novela gráfica
Bitch Planet, Kelly Sue DeConnick, Valentine De Landro, Robert Wilson IV y Cris Peter (Image Comics) (#2–5)
Ms. Marvel, Vol. 2: Generation Why, G. Willow Wilson, Jacob Wyatt y Adrian Alphona (Marvel)
Nimona, Noelle Stevenson (HarperTeen)
Red Sonja, Gail Simone y Walter Geovani (Dynamite Entertainment) (#14–18)
Saga, Brian K. Vaughan y Fiona Staples (Image Comics) (#25–32)
The Sandman: Overture, Neil Gaiman, J.H. Williams III y Dave Stewart (Vertigo)

Mejor novela de fantasía (Premio Robert Holdstock)
Guns of the Dawn, Adrian Tchaikovsky (Tor)
Half a War, Joe Abercrombie (HarperVoyager)
The Iron Ghost, Jen Williams (Headline)
Signal to Noise, Silvia Moreno-Garcia (Solaris)
Sorcerer to the Crown, Zen Cho (Macmillan)
Uprooted, Naomi Novik (Macmillan)

Mejor película o producción televisiva
Inside No. 9: The Trial of Elizabeth Gadge, Reece Shearsmith and Steve Pemberton (BBC Two)
Jessica Jones: AKA WWJD?, Scott Reynolds (Netflix)
Jonathan Strange & Mr Norrell, Peter Harness (BBC One)
Mad Max: Fury Road, George Miller, Brendan McCarthy yNico Lathouris (Warner Bros. Pictures et al.)
Midwinter of the Spirit, Stephen Volk (ITV Studios)
Star Wars: The Force Awakens, de Lawrence Kasdan, J.J. Abrams y Michael Arndt (Lucasfilm et al.)

Mejor novela de terror (Premio August Derleth)
A Cold Silence, Alison Littlewood (Jo Fletcher Books)
The Death House, Sarah Pinborough (Gollancz)
Lost Girl, Adam Nevill (Pan Books)
Rawblood, Catriona Ward (Weidenfeld & Nicolson)
The Silence, Tim Lebbon (Titan Books)
Welcome to Night Vale, Joseph Fink yJeffrey Cranor (Orbit)

Mejor editorial independiente
The Alchemy Press (Peter Coleborn and Jan Edwards)
Angry Robot (Marc Gascoigne)
Fox Spirit Books (Adele Wearing)
Newcon Press (Ian Whates)

Mejor revista
Beneath Ceaseless Skies, ed. Scott H. Andrews (Firkin Press)
Black Static, ed. Andy Cox (TTA Press)
Holdfast Magazine, ed. Laurel Sills and Lucy Smee (Laurel Sills and Lucy Smee)
Interzone, ed. Andy Cox (TTA Press)
Strange Horizons, ed. Niall Harrison (Strange Horizons)

Mejor recién llegado (Premio Sydney J. Bounds)
Becky Chambers, por The Long Way to a Small Angry Planet (Hodder & Stoughton)
Zen Cho, por Sorcerer to the Crown (Macmillan)
Peter Newman, por The Vagrant (HarperVoyager)
Steven Poore, por The Heir to the North (Kristell Ink)
Marc Turner, por When the Heavens Fall (Titan Books)

Mejor no ficción
The Art of Horror: An Illustrated History, ed. Stephen Jones (Applause Theatre & Cinema Books)
Fantasy-Faction, ed. Marc Aplin y Jennie Ivins (Fantasy-Faction)
Ginger Nuts of Horror, ed. Jim Mcleod (Jim McLeod)
King for a Year, ed. Mark West (Mark West)
Letters to Tiptree, ed. Alexandra Pierce y Alisa Krasnostein (Twelfth Planet Press)
Matrilines, Kari Sperring (Strange Horizons)

Mejor novella
Albion Fay, Mark Morris (Spectral Press*)
Binti, Nnedi Okorafor (Tor.com)
The Bureau of Them, Cate Gardner (Spectral Press*)
The Pauper Prince and the Eucalyptus Jinn, Usman T. Malik (Tor.com)
Witches of Lytchford, Paul Cornell (Tor.com)

Mejor relato
The Blue Room, V.H. Leslie (Skein and Bone)
Dirt Land, Ralph Robert Moore (Black Static #49)
Fabulous Beasts, Priya Sharma (Tor.com)
Hippocampus, Adam Nevill (Terror Tales of the Ocean)
Strange Creation, Frances Kay (Tenebris Nyxies)
When The Moon Man Knocks, Cate Gardner (Black Static #48)

 

¡Enhorabuena a los nominados!

Entrevista con Ada Palmer

En colaboración con el infatigable Elías, a quien tanto debe la ciencia ficción, os traemos una entrevista con una de las escritoras del momento, Ada Palmer. Es sumamente interesante y esperamos que os sirva como adelanto antes de la publicación en España de Too Like the Lightning.

¿Cuándo supiste que querías ser escritora?

Quise escribir novelas de fantasía y ciencia ficción desde que era una niña pequeña. Durante el colegio, trabajaba en proyectos extra de escritura en mi tiempo libre y asistía a cursos de escritura en verano siempre que podía. Escribir es una habilidad que se desarrolla lentamente, solo con práctica; algunos talentos, como la música o las matemáticas, tienen prodigios, pero otros solo se obtienen con años y años de práctica y creo que escribir es uno de ellos. Cada palabra que he escrito, ya sea trabajos para clase, borradores de cuentos que nunca se publicarán, poemas para un curso de poesía, incluso e-mails si trabajas en elaborarlos bien, cada una de ellas es un pequeño paso hacia delante para un escritor.

¿Qué autores te han influido más?

Mi padre tiene una gran biblioteca de CF clásica, así que crecí leyendo a Alfred Bester, Heinlein, Asimov, William Tenn, y especialmente a Gene Wolfe y Samuel R. Delany. El libro del sol nuevo, de Gene Wolfe, se convirtió en mi modelo de cuán denso y real puede ser el worldbuilding, y cuán complejo e intenso puede ser un narrador en primera persona. Pero también he leído mucha literatura histórica, así que muchas influencias de Terra Ignota vienen de fuera de la CF&F: literatura del siglo XXVIII, como Voltaire y, especialmente, Jacques el fatalista y su maestro, de Diderot; también Yo, Claudio, de Robert Graves, fue una influencia notable, tanto por la perspectiva narrativa como por la forma de mirar a la política a través de las relaciones familiares y dinásticas.

¿Admiras a algún escritor actual?

¡A muchos, sí! Los dos que todavía me dejen sin palabras por la admiración cuando entran en una sala son Gene Wolfe y Samuel R. Delany. También hay autores a los que admiro realmente por cómo han producido obras brillantes que, a la vez, han usado para explorar problemas importantes del mundo y conseguir cambios reales, como Ken Liu, Cory Doctorow y Daniel José Older. Uno de los grandes placeres de comenzar a publicar ha sido poder conocer a tantos grandes escritores y amigos, gente como Jo Walton, Pamela Dean y Susan Palwick. Y hay fantásticos escritores nuevos con los que me siento honrada de compartir época de publicación, como Malka Older, Ruthanna Emrys, Yoon Ha Lee, Charlie Jane Anders y Max Gladstone. Admiro especialmente a los maestros de la ficción corta, porque siempre he tenido problemas con el formato corto y creo que es inmensamente poderoso. Algunos de los que encuentro más excitantes son Ted Chiang, John Chu, E Lily Yu y Alyssa Wong, pero hay tanta CF&F corta excelente escribiéndose y publicándose ahora que me siento como viviendo en una cueva del tesoro de la ficción.

Too Like the Lightning y Seven Surrenders han sido publicados como dos libros pero dan la sensación de ser una sola novela. ¿Podrías contarnos un poco de su proceso de escritura y publicación?

Me declaro culpable. Planeé la serie como dos libros largos, y escribí lo que ahora son Too Like the Lightning y Seven Surrenders como un libro, pero Tor decidió dividirlos en cuatro. Con el tercer y el cuarto libros la cosa funciona bien, porque los escribí sabiendo que los iban a dividir así, pero los dos primeros fueron escritos como una unidad y hubo que dividirlos después. Hice todo lo que pude para que el primer libro fuera tan cerrado como era posible, mostrando al lector la idea de lo que está sucediendo y juntando un montón de tramas, pero fue un reto reescribirlo para que finalizara cuando tantos temas y elementos estaban a mitad de camino. Creo que lo hice bastante bien, pero siento que no es perfecto y que es mejor leer los dos libros seguidos. Los libros dos y tres sí que tienen finales bien definidos, sin embargo.

Tanto Too Like the Lightning como Seven Surrenders son libros profundamente filosóficos (y políticos). ¿Piensas que la ciencia ficción es especialmente adecuada para explorar este tipo de temas?

Sí, mucho. La ciencia ficción nos permite explorar formas diferentes en las que las sociedades humanas podrían organizarse, tipos alternativos de políticas y crisis, y nos permite anticipar algunos dilemas y decisiones morales que el avance de la tecnología va a causar antes de llegar a ellos.

Una de las preguntas que planteas en Seven Surrenders es si el fin justifica los medios. ¿Qué piensa de experimentos mentales como el “dilema del tranvía” en los que tienes que decidir si “matas” a una persona para salvar a cinco? ¿Crees que estos problemas filosóficos cobrarán más importancia en el futuro, por ejemplo con el desarrollo de coches automáticos y ese tipo de cosas?

El problema del tranvía es una delicia para debatir, pero por fortuna el mundo real (y la ficción realista) no se corresponde con ese tipo de cuestiones porque tenemos la capacidad de cambiar la situación con el tiempo, desarrollando mejores tranvías y vías más seguras para evitar que cosas de ese estilo sucedan. Tenemos la capacidad de rechazar los términos del experimento desde el principio. Por ejemplo, una de las variantes del problema del tranvía es si matarías a una persona para obtener órganos con los que salvar a cinco personas; la respuesta del mundo real es que estamos trabajando juntos desarrollando órganos artificiales para que todo el mundo pueda vivir. He seguido estos temas con los coches automáticos y los que los diseñan esperaban encontrarse con el problema del tranvía, pero han descubierto que en la realidad sus simulaciones no son capaces de encontrar ninguna situación realista en la que poner en peligro al conductor sea la única forma de salvar a otros; en la realidad, hay múltiples acciones posibles, algunas de las cuales también son buenas para el conductor y las cosas que ponen en peligro al conductor tienden a ser las mismas que ponen en peligro a los transeúntes. Así que en muchas formas, el aspecto del problema del tranvía que exploran los libros (y que creo que es más relevante para la vida real) es la pregunta de si aceptas o no el statu quo. Si los tranvías matan a un pequeño número de gente, ¿deja la sociedad que las cosas continúen así considerando esas muertes una pérdida aceptable por el bien común, o rechaza la sociedad los términos del problema del tranvía y se consagra a resolver el problema para que nadie tenga que morir? Los Utopians, por ejemplo, se dedican a “desarmar a la muerte” y cuando algo mata a uno de sus miembros lo apuntan en una lista y siguen trabajando en mejorar la situación para que no vuelva a repetirse, incluso si esto requiere grandes sacrificios, como usar su propia red de coches voladores que es más lenta y costosa para su economía que usar la red rápida. En gran parte, es una cuestión de complacencia y de responsabilidad; si la sociedad está dispuesta a continuar sacrificando unas pocas vidas para disfrutar de la paz y la prosperidad, o si la sociedad lo rechaza y continúa trabajando para reducir el número de víctimas, incluso si eso significa que la mayor parte de la gente tenga que renunciar una vida fácil por una vida de trabajo más duro. Por usar un ejemplo de la política real, hace unos años se hizo una encuesta en Canadá preguntando si los canadienses estarían dispuestos a pagar más impuestos para que la gente de EEUU tuviera mejor cobertura sanitaria, salvando y mejorando vidas (no vidas de canadienses, si no de estadounidenses). Los canadienses respondieron mayoritariamente “sí”. Esa es una sociedad que rechaza los términos del problema del tranvía, prefiriendo trabajar más duro para ayudar a todo el mundo en lugar de conformarse con “pérdidas aceptables”. Los personajes de Terra Ignota se enfrentan a cuestión similar, pero con una apuesta mucho más alta.

Otro tema filosófico en la raíz de tus novelas es conocer el estado natural de las personas. ¿Crees que nacemos como “buenos salvajes” o estás de acuerdo con Hobbes?

Aunque me alegra que la ciencia nos ayude a aprender más y más sobre qué papel juega la naturaleza en el carácter humano, el estudio de la Historia deja muy, muy clara la diferencia en la crianza de las personas en sociedades distintas y de formas diferentes. Los cerebros infantiles son increíblemente buenos aprendiendo, absorbiendo, analizando patrones y repitiéndolos, y los niños que han crecido de formas diferentes pueden tener valores, puntos de vista sobre el mundo y capacidades humanas fundamentales profundamente discrepantes. Algunos de los personajes involucrados en el libro piensan que los humanos son belicosos por naturaleza y que la violencia volverá ocurrir sí o sí, pero la mayor parte de ellos no piensan así. Muchos piensan, como yo, que la humanidad tiene la capacidad de conseguir la paz permanente, pero lograrlo requerirá un gran desarrollo cultural, político y educacional. Esto no es algo que se pueda conseguir en unas pocas décadas, la cultura es demasiado complicada y nosotros también. Pero, al igual que hemos curado enfermedades, si trabajamos en ello, nos estudiamos, aprendemos más y más, iremos avanzando en esa dirección con el tiempo. La humanidad estuvo durante siglos intentando desarrollar medicinas hasta que al fin obtuvimos algunas realmente efectivas como la penicilina, pero esto no significa que los primeros médicos cuyos esfuerzos no dieron fruto no contribuyeran al desarrollo. Por lo tanto, algunos personajes de Terra Ignota piensan que, aunque la humanidad del siglo XXV ha conseguido mucho en el terreno de la paz, todavía no son lo suficientemente buenos porque existe la posibilidad de nuevos brotes de violencia. Al contrario, como médicos armados con penicilina, son mejores en la paz que sus ancestros, pero todavía les queda mucho que aprender.

El mundo que vemos en Terra Ignota es, parafraseando a Le Guin, una utopía ambigua. ¿Crees que una utopía real y estable es posible? ¿O, por el contrario, los constructos sociales y políticos siempre fallan de algún modo?

Estable definitivamente no. Seguimos investigando, descubriendo y expandiéndonos demasiado deprisa. Incluso si de alguna forma consiguiéramos comprender toda la ciencia (algo en lo que podríamos tardar siglos si fuera posible) seguiríamos innovando en el terreno del arte y la literatura, que a su vez estimularían el cambio social. Pero creo que la sociedad algunas veces consigue mejoras que parecerían increíblemente utópicas si se las mostráramos a las generaciones anteriores, aunque a menudo se generan efectos colaterales perjudiciales que hay que solucionar, haciendo otros cambios que estas mismas generaciones anteriores encontrarían distópicos y terroríficos. Imaginemos mostrar el año 2017 a alguien de 1767. Nuestros avances médicos, nuestros vuelos transcontinentales, nuestros tejidos industriales inmaculados, nuestras lavadoras, nuestro promedio de vida de 80 años, nuestros invernaderos proveyendo fruta fresca en mitad del crudo invierno… todo esto sería prácticamente utópico. Otros cambios, como la caída de muchos imperios que se pensaban eternos, los papeles cambiantes de la mujer, nuevas armas, nuevas enfermedades… todo esto parecería alarmante, incómodo, espantoso, como algo que ha salido mal. Y ciertos temas que se han prolongado en el tiempo, como la violencia religiosa, el hambre, la tortura… parecerían tristemente familiares. Yo creé un año 2454 que provocaría reacciones similares: utópico en muchos aspectos, desorientador e incómodo en otros y deprimentemente familiar en otros. Porque creo que es un futuro al que podríamos llegar. No creo que los fallos y méritos del siglo XXV sean los mismos que los de mi imaginado siglo XXV, pero creo que habrá fallos y méritos. Porque cuando hablamos acerca de crear un mejor futuro, tenemos que aceptar que lo que se desarrolle no estará bajo nuestro control y aunque contenga cosas que deseemos, también habrá otras que no queramos. Y encima, seguirá cambiando. Porque no es una utopía estable, es un mundo dinámico, cambiante, creciente… La pregunta no es: “¿Es posible una sociedad perfecta?” es “¿Cuándo una sociedad bastante buena se enfrenta con sus fallos profundos y tóxicos, conseguirá cambiar para mejor?”

La sociedad de Too Like the Lightning y Seven Surrenders aparentemente ha dejado de lado las discriminaciones por razones de género, sexo, orientación sexual, religión y afiliación política. No obstante, el sexo, la fe y el poder todavía son fuerzas motrices. ¿Crees que este tipo de necesidades están en la base de todo el comportamiento humano?

No de forma inalterable o permanente. Las sociedades, la gente, los cerebros… son muy complejos y ahora mismo hay entretejidas en nuestra sociedad complicadas actitudes culturales respecto al género, el sexo, la raza y la religión. Todo eso pasa a nuestros hijos de forma inconsciente desde la más tierna infancia. Esto no son partes inamovibles o inherentes a la naturaleza humana, pero son hechos de nuestra cultura actual, que todavía estamos intentando entender. Por lo tanto, pienso que, aunque estamos haciendo grandes cambios incluso ahora, de forma realista tendremos que continuar siendo piezas de nuestra sociedad cambiante durante muchos siglos, porque los cambios son tan complicados que nos costará todo ese tiempo entenderlos y realizarlos. El futuro de Terra Ignota se enfrenta a la pregunta de si el progreso en estos ejes llevará mucho tiempo, y qué será necesario para que se consiga el éxito en los siglos venideros. Por ejemplo, habréis notado que en el universo de Terra Ignota, el progreso social en alguno de los ejes ha avanzado mucho más que en los otros. Las relaciones de raza entre personas de ascendencia europea o africana, por ejemplo, están en muy buen estado mientras que las relaciones entre europeos y asiáticos son más tensas. No vemos evidencia de ninguna discriminación relacionada con la orientación sexual, pero vemos (especialmente a través del narrador) mucha tensión respecto al género. Y conforme vamos sabiendo más de la sociedad, encontramos un patrón: los elementos en los que se ha progresado menos son aquellos en los que la conversación ha sido parcial o totalmente silenciada. Por ejemplo, hay un severo tabú sobre mencionar el género, así que las tensiones de género se mantienen porque sin hablar sobre ello, sin estudiarlo o sin mencionarlo el progreso se ha estancado. Pero no hay tabú en hablar acerca de sexo o sobre quién se acuesta con quien, así que en ese sentido las cosas han avanzado. Una de mis esperanzas era que los lectores de mis libros piensen sobre lo destructivo que puede llegar a ser el silencio, cuán valiosas son las conversaciones para el progreso. Porque algunas veces oyes a la gente decir cosas como: “El feminismo ha logrado lo que se había propuesto, las mujeres tienen iguales derechos, no necesitamos hablar de género nunca más”. Intentando acallar las conversaciones. Cuando de hecho, aún estamos en los primeros días de la auténtica liberación de la humanidad de las rígidas formas del género, género binario y desigualdad de género, así que callarnos sobre el tema nos llevaría a un túnel sin salida, como en Terra Ignota donde se ha podido llevar a cabo muy poco progreso respecto al género durante cuatro siglos. Cuatro siglos de silencio.

Espero que hayais disfrutado de esta entrevista y que disculpéis todos los posibles fallos de traducción, achacables solo a mí. Muchas gracias a Ada por habernos atendido en medio de la vorágine.

Finalistas de los premios Mythopoeic 2017

Aquí os traigo los finalistas de los premios Mythopoeic este año.

Premios Mythopoeic Fantasy para literatura adulta

Andrea Hairston, Will Do Magic For Small Change (Aqueduct Press, 2016)
Mary Robinette Kowal, Ghost Talkers (Tor, 2016)
Patricia A. McKillip, Kingfisher (Ace, 2016)
Maggie Stiefvater, The Raven Cycle: The Raven Boys (Scholastic, 2012); The Dream Thieves (Scholastic, 2013); Blue Lily, Lily Blue (Scholastic, 2014); y The Raven King (Scholastic, 2016)
Jo Walton, Thessaly Trilogy: The Just City (Tor, 2015); The Philosopher Kings (Tor, 2015); Necessity (Tor, 2016)

Premios Mythopoeic Fantasy para literatura infantil

Adam Gidwitz, The Inquisitor’s Tale: Or, The Three Magical Children and their Holy Dog (Dutton, 2016)
S. E. Grove, The Mapmakers Trilogy: The Class Sentence (Viking 2014); The Golden Specific (Viking, 2015); The Crimson Skew (Viking, 2015)
Bridget Hodder, The Rat Prince (Farrar, Straus, & Giroux, 2016)
Grace Lin, When the Sea Turned to Silver (Little, Brown, 2016)
Delia Sherman, The Evil Wizard Smallbone (Candlewick, 2016)

Premios Mythopoeic Fantasy en estudio Inklings

Lisa Coutras, Tolkien’s Theology of Beauty: Majesty, Splendor, and Transcendence in Middle Earth (Palgrave-Macmillan, 2016)
Sørina Higgins, ed. The Chapel of the Thorn de Charles Williams (Apocryphile Press, 2015)
Leslie Donovan, ed. Approaches to Teaching Tolkien’s The Lord of the Rings and Other Works (Modern Language Association, 2015)
Christopher Tolkien, ed. Beowulf: A Translation and Commentary, junto con Sellic Spell de J.R.R. Tolkien (Houghton Mifflin, 2014)
Philip Zaleski y Carol Zaleski, The Fellowship: The Literary Lives of J.R.R. Tolkien, C.S. Lewis, Owen Barfield, Charles Williams (Farrar, Straus and Giroux, 2015)

Premios Scholarship Mythopoeic en estudios de fantasía y mitos

Aisling Byrne, Otherworlds: Fantasy and History in Medieval Literature (Oxford University Press, 2015)
Richard Firth Green, Elf Queens and Holy Friars: Fairy Beliefs and the Medieval Church (University of Pennsylvania Press, 2016)
Michael Levy and Farah Mendlesohn, Children’s Fantasy Literature: An Introduction (Cambridge University Press, 2016)
Gabrielle Lissauer, The Tropes of Fantasy Fiction (McFarland, 2015)
Jack Zipes, Grimm Legacies: The Magic Spell of the Grimms’ Folk and Fairy Tales (Princeton University Press, 2014)

¡Enhorabuena a los nominados!

Ebook en oferta : Engineering Infinity

En estos momentos se puede adquirir por solo 0,99 céntimos el libros Engineering Infinity editado por Jonathan Strahan con el que dio comienzo a su serie Infinity Project.

Los relatos que contiene son:

 

  • Malak, Peter Watts
  • Watching the Music Dance, Kristine Kathryn Rusch
  • Laika’s Ghost, Karl Schroeder
  • The Invasion of Venus, Stephen Baxter
  • The Server and the Dragon, Hannu Rajaniemi
  • Bit Rot, Charles Stross
  • Creatures with Wings, Kathleen Ann Goonan
  • Walls of Flesh, Bars of Bone, Damien Broderick & Barbara Lamar
  • Mantis, Robert Reed
  • Judgement Eve, John C. Wright
  • A Soldier of the City, David Moles
  • Mercies, Gregory Benford
  • The Ki-anna, Gwyneth Jones
  • The Birds and the Bees and the Gasoline Trees, John Barnes

 

Vendidos los derechos de los últimos tres libros de la serie Shattered Sands

Brad Beaulieu ha anunciado en su blog la venta de los derechos de las tres últimas novelas de su serie Shattered Sands a DAW (mercado norteamericano) y Gollancz (resto de países anglófonos).

Las dos primeras entregas de la series las tienes reseñadas aquí y aquí. También hay otra obra, titulada Of Sand and Malice Made, que podría considerarse como el capítulo 0,5 de la historia de Çeda.

Esto, unido a las versiones en francés de su obra, nos hace albergar esperanzas sobre su publicación en español.

Desde aquí, nuestra más sentida enhorabuena a Brad, que ha dado el salto al profesionalismo total como escritor recientemente y al que parece que la suerte le sonríe.